Bogotá, AP
El presidente colombiano Juan Manuel Santos encomendó a los legisladores que tomaron posesión el domingo trabajar en la implementación de un eventual acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, al que se opondrá el ex presidente Álvaro Uribe, que asumió como senador y líder de la principal bancada opositora.
“¡Este será, que no les quepa duda, el Congreso de la paz!”, aseguró con vehemencia el primer mandatario ante el aplauso de varios de los nuevos parlamentarios, quienes tomaron posesión para el período 2014-2018. Es muy probable que esta Legislatura tenga tintes históricos por las credenciales de quienes la integran.
Santos dijo que “el nuevo Congreso tendrá en sus manos la enorme responsabilidad de apoyar la implementación de los acuerdos” que podrían alcanzarse con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, con las cuales el gobierno negocia en Cuba la terminación del conflicto desde noviembre del 2012.
A este proceso se ha opuesto férreamente Uribe (2002-2010), hoy senador del movimiento político Centro Democrático, que con 20 escaños en la cámara alta se alza como la principal fuerza opositora. De antemano este grupo anuncia duros debates contra la política oficial de seguridad y supuestos actos de corrupción cometidos por el actual gobierno.
Santos, que el 15 de junio consiguió la reelección de su mandato por otros cuatro años al vencer en segunda vuelta a Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático, exhortó a “superar los odios y diferencias” para alcanzar la reconciliación.
“No pienso —en absoluto— que los que no acompañaron mi candidatura estén en contra de la paz. ¡Por supuesto que la quieren! No hay colombiano en su sano juicio que no la desee”, destacó el mandatario en su discurso de casi 45 minutos en el Salón Elíptico del Congreso, donde Uribe y su grupo permanecieron parcos y sentados.
La coalición oficialista —que integran los partidos de La U, Liberal y Conservador— llega mermada en comparación al último periodo. De tener al menos 80 senadores, pasó a 47. Sin embargo, de todas formas conserva una frágil mayoría en la cámara alta, integrada por 102 miembros.
En la Cámara de Representantes la convergencia de gobierno suma 92 legisladores de los 166 integrantes.
Está pendiente que el tradicional Partido Conservador defina en qué lado se alineará. Durante el pasado cuatrienio legislativo formó parte de la coalición oficialista, pero ahora la nueva bancada llega dividida.