Bogotá. Un guerrillero de las FARC de Colombia, que mató en el 2008 a su jefe Iván Ríos, entonces integrante de la cúpula rebelde y por quien el Gobierno ofrecía una millonaria recompensa, recibió este miércoles una condena de más de 18 años de prisión por ese homicidio, informó la Fiscalía.Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Pedro Pablo Montoya Cortés, alias Rojas, acaba de ser condenado a 18 años y tres meses de prisión por el homicidio de alias Iván Ríos y su compañera sentimental”, dijo el ente acusador en un comunicado.
Montoya asesinó con disparos de fusil a Manuel Muñoz, alias Iván Ríos. Además, en el ataque mató a la compañera sentimental del jefe guerrillero.
El caso de Montoya causó un gran revuelo en el país en marzo del 2008, pues se entregó en una unidad militar y presentó como prueba de la muerte de Ríos una mano que le cercenó para que sus huellas dactilares fueran cotejadas.
Las autoridades forenses verificaron que se trataba de la mano de Ríos y Montoya llevó al Ejército a un lugar donde había sepultado los cuerpos.
El Gobierno le entregó a Montoya la recompensa que ofrecía por 2.000 millones de pesos (unos 775.000 dólares al cambio actual), pero de inmediato la justicia se la confiscó y destinó ese dinero al pago de indemnizaciones para víctimas de las FARC.
De forma simultánea, la Fiscalía General abrió en contra suya una investigación por el delito de homicidio.
Montoya está preso en una cárcel de máxima seguridad de la norteña ciudad de Valledupar, donde ha afirmado que se siente engañado por el Gobierno.
El ex guerrillero, que era el jefe de seguridad de Iván Ríos, entonces el más joven integrante de la cúpula de mando de las FARC, dijo que mató a su jefe no solo por la recompensa, sino por las difíciles condiciones que se vivían en el campamento, donde escaseaban los alimentos.
En el 2011, un tribunal de Manizales condenó a Montoya a 54 años de cárcel por su participación en un ataque cometido por las FARC en el año 2000 en contra del municipio de Pensilvania, en Caldas.
Una columna de las FARC ingresó aquella vez a un caserío en jurisdicción de Pensilvania, destruyó con explosivos varias edificaciones públicas y mató a 13 policías y dos civiles.