Finalizaba una teleconferencia en la ciudad argentina de Puerto Deseado, cuando la presidenta del país, Cristina Fernández, le dio la palabra a un trabajador ferroviario, que desde la localidad santacruceña, quería saludarla por haber reactivado el ramal de cargas Puerto Deseado-Las Heras.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Al lado del empleado estaban, entre otros, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y el hijo de la presidenta de Argentina y candidato a diputado, Máximo Kirchner.
La situación se tornó incómoda cuando el ferroviario, después de hablar, le pasó el micrófono a Máximo, que estaba a su izquierda. El hijo de la presidenta de Argentina abrió la boca y negó con la cabeza.
“No te va a hablar, ni loco”, dijo entonces Cristina Fernández, que miraba entre risas lo que pasaba en Puerto Deseado a través de una pantalla. Al candidato a diputado se lo veía hacer malabares para deshacerse del micrófono, que finalmente había agarrado.
Rápida de reflejos, Cristina Fernández salió en su defensa y dijo que su hijo “se puso rojo”. Luego, agregó: “Tiene vergüenza, es buena señal, es una cosa que todos tenemos que tener siempre para no hacer determinadas cosas”.
El incómodo momento se puede ver en el siguiente video a partir del minuto 24:50.
-
Fuente: La Nación de Argentina / GDA
Contenido Sugerido
Contenido GEC