La ex fiscal venezolana Luisa Ortega señaló en Costa Rica que tiene pruebas de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, desvió del fisco entre 8 y 10 millones de dólares en efectivo y “los pagó a una importante firma”.
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Asimismo, Ortega sindicó a Diosdado Cabello, número 2 del oficialismo, de recibir 100 millones de dólares de la empresa brasileña a través de una “empresa española” denominada TSE Arietis.
Las acusaciones han resonado en muchos medios de comunicación y nos hace preguntarnos, ¿cuánto daño puede lograr la ex fiscal Ortega al régimen venezolano desde el extranjero y sin un cargo oficial? Tres internacionalistas nos respondieron.
► Óscar Vidarte“Poco puede hacer la ex fiscal Ortega porque hay que tener en cuenta que las instancias judiciales en Venezuela están capturadas por el gobierno. Lo mejor que puede, teniendo pruebas contundentes, es mostrar que el régimen de Nicolás Maduro ya no solo se trata de un régimen autoritario, sino de uno que tiene a los más altos cargos vinculados a la corrupción. Sería “ponerle una raya más al tigre” a un régimen completamente cuestionado y que va perdiendo legitimidad ante la comunidad internacional”. “La contribución de Ortega es por la constante crítica. Poco a poco esto se espera que ayude en el convencimiento de algunos países que defienden al gobierno de Nicolás Maduro o haciéndose de la vista gorda. Por ejemplo, en la Organización de los Estados Americanos (OEA) todavía se requieren algunos voto para poder activar la Carta Democrática”. “La presión que puede ejercer la comunidad internacional gracias a las constantes denuncias de la ex fiscal son igual de importantes que las mismas protestas en el interior de Venezuela. Considero que todos los elementos colaboran en este escenario”.
► Francisco Belaunde“La ex fiscal solo puede influir de manera de mediática, porque del punto de vista jurídico no tiene ninguna relevancia. Lo normal en estos casos, cuando hay una injusticia independiente, es que se inicie una investigación preliminar por parte de los fiscales. Es muy dudoso que el nuevo fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, vaya a abrir una investigación sobre este tema”.“La denuncia repercute a nivel internacional pero, sobre todo, a nivel interno. La idea consiste en que la noticia circule entre la población venezolana y que sea un motivo adicional de descontento. Estas acciones de la fiscal es un elemento que suma a los motivos de protesta de un gran sector de la población”.“Por otro lado, esto no contribuye a que haya más presión internacional porque el tema de Venezuela es la democracia, no la corrupción. De ahí parte la Carta Democrática de la OEA. La denuncia de la ex fiscal no lleva a algún tipo de intervención ya que rige el principio de no injerencia en los asuntos internos de un estado. La OEA solamente puede intervenir cuando no se está respetando la democracia en un país”.
► Luis Jaime Cisneros“Lo mejor que puede lograr la ex fiscal, si tiene los documentos que prueben las imputaciones que está haciendo, es desacreditar y desenmascarar a las autoridades que está denunciando. El efecto de propaganda que puede tener las acciones de la ex fiscal es el principal daño que le puede causar a los oligarcas de Venezuela”.“Considero que no acrecentará la presión internacional en Venezuela. Las acciones de Ortega son una propaganda y la necesidad de tener un rostro visible del chavismo disidente que denuncia a esta ala de autoridades inmiscuidas en asuntos turbios”.“La única forma de que el régimen de Nicolás Maduro se pueda debilitar es a nivel interno. Sea porque algún día pierda el respaldo de los militares o que los sectores populares que lo apoyan le terminen por rechazar. No considero que la presión externa sea lo que acabará asfixiándolos. Eso incluye a la Carta Democrática de la OEA, que es una alternativa que se baraja hace meses y no hay manera de aplicarla”.
Luisa Ortega, ex chavista de 59 años, fue la fiscal general desde el 2007, con el aval de Hugo Chávez, y se mantuvo en el cargo por 10 años, cuando la Asamblea Constituyente de Venezuela la destituyó por volverse una fuerte opositora de Nicolás Maduro. Asimismo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) prohibió a la ex funcionaria de salir del país y ordenó que sus cuentas fueran congeladas por, supuestamente, mentir durante el ejercicio de sus funciones cuando era fiscal.Tras estas medidas del gobierno, Luisa Ortega huyó a Colombia junto a su esposo.
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