Caracas, Reuters
La estadounidense Delta, una de las aerolíneas más grandes del mundo, dijo el lunes que recortará a partir de agosto el 86% de sus vuelos semanales hacia Venezuela, en medio de millonarias deudas del gobierno socialista con las firmas que operan en el país.
Delta sostuvo que mantendrá solo uno de los siete vuelos que realiza semanalmente entre Atlanta y Caracas, siguiendo la medida de su competidor American Airlines, que recortó casi un 80% de sus vuelos hacia Venezuela.
“A partir del 1 de agosto del 2014, Delta Air Lines reducirá sus vuelos diarios entre Atlanta y Caracas a uno semanal”, dijo a Reuters Sarah Lora, gerente de comunicaciones de la firma para América Latina y el Caribe.
Lora confirmó que las deudas del Gobierno con Delta en los últimos años obligaron a la compañía a tomar la decisión para minimizar su riesgo.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha prometido en varias ocasiones liberar el dinero adeudado, pero la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) afirma que las aerolíneas que la integran tienen cerca de 4.000 millones de dólares en divisas que Venezuela no les ha liquidado por la venta de boletos.
Los operadores internacionales han sido afectados por el control de cambio vigente en la nación petrolera desde hace 11 años, que les obliga a vender boletos en bolívares, dificultando convertirlos en divisas para su repatriación.
Según la IATA, 11 compañías aéreas que operan en Venezuela redujeron sus frecuencias entre un 15% y 78% en el último año, mientras que algunas como Air Canada y Alitalia suspendieron sus operaciones.
Sin embargo, el Gobierno ha dicho que la suspensión de vuelos desde y hacia Venezuela no obedece a la multimillonaria deuda con las aerolíneas, sino a la desviación de rutas debido al Mundial de fútbol que se disputa en Brasil.
Los venezolanos encuentran cada vez más difícil comprar boletos para viajar al exterior y tienen que pasar horas frente a una pantalla de computador para lograr adquirirlos. Y, si tienen la suerte de conseguirlo, deben pagar el equivalente a un boleto a Europa para un trayecto dentro de Sudamérica.