La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se refirió a la posibilidad de dejar la presidencia si se lleva a cabo el proceso de destitución parlamentaria (impeachment) levantado por el Congreso a causa de los casos de corrupción, además del pobre desempeño económico y la baja popularidad de la mandataria. Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Rousseff comparó al proceso con la dictadura vivida en Brasil en el año 1964 y se mantuvo firme respecto a su decisión de no dejar el cargo a pesar de tener un rechazo del 90%.
''Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democrático, los golpes cambian de método. Y un impeachment sin base legal es un golpe. Rompe el orden democrático. Por eso es peligroso'', planteó la Presidenta al diario español El País.
No es un misterio que Brasil pasa por uno de los momentos más duros para su democracia. La clase política ya no genera confianza debido a los casos de corrupción que incluyen a Petrobras y la intención de integrar a Lula da Silva al gabinete ha provocado aún más descontento.
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''Yo le vengo diciendo a Lula que se integre en el Gobierno desde hace tiempo, desde que comenzó mi segundo mandato, en 2015. Y él lo rechazó. Siempre lo utilicé de asesor. Pero ahora él quiso sumarse al ver que la crisis era más fuerte'', explicó la Mandataria.
Además, Rousseff se refirió a las multitudinarias marchas que recorrieron las principales ciudades de Brasil pidiendo su renuncia. Los manifestantes acusan a la gobernante de ser responsable de la situación financiera y del alza sostenida de la inflación.
Al respecto dijo: “Me piden que renuncie. ¿Por qué? ¿Por ser una mujer frágil? No, no soy una mujer frágil. Mi vida no fue eso. Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una Presidenta elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy así, no soy así. Tuve una vida muy complicada para no poder luchar ahora. Yo tenía 19 años y estuve tres años presa durante la dictadura, y la cárcel entonces no era cualquier cosa. Yo luché en condiciones muy difíciles. Así que no voy a renunciar, claro que no”.
Al ser consultada sobre cómo está viviendo lo que ocurre actualmente en Brasil, la Presidenta Rousseff señaló que ''yo no me deprimo, no soy una persona depresiva. No tengo sentimiento de culpa. En fin, aquí en Brasil te detienen por tener perro y por no tenerlo, así que no sé cuál es la respuesta correcta. Seguro que me critican por no deprimirme''.
Fuente: El Mercurio/GDA