Brasilia (DPA). La comunicación entre la FIFA y el gobierno brasileño sufrió un nuevo “cortocircuito” después de que el organismo rector anunciara que la presidenta Dilma Rousseff entregaría el trofeo al campeón del Mundial de fútbol 2014, algo que sorprendió a la política.
“No sé nada de eso. Ni siquiera me lo dijeron. Me están preguntando algo de lo que nunca me hablaron”, dijo Rousseff al ser consultada sobre la información, anunciada el viernes por el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke.
Según afirma hoy el diario “O Estado de Sao Paulo”, ante la insistencia de los periodistas que la abordaron en Brasilia, Rousseff bromeó: “Si Brasil gana, hago cualquier negocio”.
El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, también confirmó el viernes que Rousseff entregaría el trofeo en la final del certamen, que se jugará en el estadio Maracaná el 13 de julio, junto al presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
El portal de “O Estado” agrega que al ser consultada sobre la sorpresa de Rousseff, la FIFA “cambió su versión”, alegando que “lo que existe es una invitación para que ella entregue el copa”.
“La decisión es suya”, expresó un representante del organismo rector citado por el medio.
La presidenta de Brasil fue abucheada e insultada en la apertura de la Copa Confederaciones 2013 y este año decidió no dar un discurso en el partido inaugural del Mundial, por lo que hay dudas respecto a su presencia en la final del certamen.