(EFE). El Ministerio de Salud de Paraguay reconoció “dificultades” en el acceso a los servicios de salud y tratamientos contra la enfermedad de personas que viven con VIH en el país, un total estimado de 16 mil, dijo hoy a Efe Tania Samudio, directora del Programa Nacional de Control de SIDA (Pronasida).
Samudio explicó que la principal dificultad es la “distancia” de las personas que viven con VIH en el interior del país con respecto a los centros de salud donde pueden recibir tratamiento e información sobre el virus.
“Muchas personas tienen que desplazarse periódicamente a centros médicos de Asunción para recibir su tratamiento, pero no siempre tienen los recursos económicos para costear el pasaje o la estadía”, refirió.
Por ello, afirmó que el Ministerio de Salud trabaja para “descentralizar” los lugares donde se pueden dispensar los medicamentos contra la enfermedad, por ejemplo en zonas de frontera como Ciudad del Este, Encarnación y Pedro Juan Caballero, o en ciudades de la región del Chaco.
Agregó que el ministerio cubre al 100% tanto los costos de análisis y medicación contra el virus como de los tratamientos para las enfermedades asociadas que pueden presentarse debido al debilitamiento del sistema inmunitario que caracteriza al SIDA, el síndrome que en algunos casos deriva del virus del VIH.
Recordó, además, que los países del Mercosur y estados asociados acordaron a mediados de noviembre en Asunción la compra conjunta de algunos medicamentos antirretrovirales de alto costo a través del fondo estratégico de la Organización Panamericana de la Salud, lo que podría abaratar significativamente los precios para los Estados.
Pese a la gratuidad de los tratamientos contra la enfermedad, Alfredo Gaona, de la organización Vencer, declaró a Efe que las condiciones económicas de las personas que viven con VIH siguen teniendo una fuerte influencia en el desarrollo del SIDA.
“Los tratamientos de largo plazo tienen efectos colaterales que solo se atenúan con una buena alimentación, a la que muchas veces no acceden las personas de bajos recursos”, expuso.
Explicó también que, aunque vivir con VIH no reduce el rendimiento laboral, sí es complicado para las personas con el virus mantener un buen estado de salud “si tienen que trabajar de sol a sol, en duras condiciones, y a menudo en un estado de pobreza”.
Gaona solicitó al gobierno que amplíe su presupuesto destinado a Salud para incluir en los tratamientos “a todas las personas diagnosticadas con VIH”, como recomienda la ONU, lo que provocará un aumento en la demanda de medicamentos.
La organización Vencer expresó además en un comunicado su preocupación por el reciente recorte del Presupuesto General de la Nación destinado al Ministerio de Salud para el año 2016, que consideran que “compromete el logro de las metas asumidas con el gobierno en materia de prevención y tratamiento en VIH”.
Cerca de 16.000 personas viven con VIH en Paraguay, y aproximadamente 4.000 de ellas no lo saben, según datos oficiales.
El gobierno paraguayo identifica como poblaciones clave, por su mayor riesgo de contraer el VIH, a las mujeres trabajadoras sexuales, personas trans, hombres que mantienen sexo con hombres y usuarios de drogas inyectables.
Además, investiga la prevalencia del virus en poblaciones vulnerables, como las personas privadas de su libertad en penitenciarías, o los pueblos indígenas, que padecen la falta de acceso a los servicios sanitarios y la pobreza.
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