Estoy embarazada“. Ese mensaje, directo, inequívoco, concreto, le envió Nahir Galarza a su novio Fernando Pastorizzo en octubre pasado, dos meses antes del trágico desenlace de la relación tormentosa entre ambos jóvenes, que culminó cuando la chica, de 19 años, le descerrajó dos tiros mortales por los cuales ella, hace ya una semana, fue condenada a prisión perpetua por un tribunal de Gualeguaychú.
Pocas semanas después de aquel mensaje le envió otro: esta vez, le contaba que había sufrido un aborto espontáneo. Ante eso, la respuesta del joven, de 20 años, fue: “No te preocupes, después tendremos otro”.
Esa conversación, revelada por el fiscal del caso, Sergio Rondoni Caffa, está entre los 104.000 mensajes de WhatsApp que Nahir y Fernando se cruzaron en el año previo al crimen, intercambio que el acusador del Ministerio Público consideró clave para cimentar la certeza de que entre ambos existía una relación de pareja, vínculo que sirvió para considerar agravado el homicidio.
Hay otro elemento que la fiscalía pretendió usar como prueba del vínculo: un video que muestra una relación sexual entre los jóvenes. Ese registro estaba en la casilla de correo de Fernando Pastorizzo y fue decodificado por peritos informáticos durante la investigación del crimen.
Al inicio del juicio, Nahir estalló al enterarse de eso y amenazó con suicidarse si las imágenes se hacían públicas. Aunque solo cinco personas tenían acceso restringido a ese material -el juez, el fiscal, los abogados de las partes- y se debieron haber tomado medidas para resguardar su privacidad, el video se “filtró” y ya comenzó a circular por Internet.
Uno de los abogados de Nahir Galarza, José Ostolaza, reveló la viralización de las imágenes, cuyo contenido es privado. “Estamos enojados y tristes con lo que pasó. Mañana [por hoy] vamos a presentar un recurso de amparo para impedir que se siga difundiendo”, dijo ayer Ostolaza.
Hace una semana, Nahir Galarza entró a la historia criminalística de Argentina como la mujer más joven condenada a cadena perpetua en el país austral.
El tribunal de Gualeguaychú la consideró autora del asesinato por dos disparos a quemarropa de su novio Fernando Pastorizzo, de 20 años, ocurrido el 29 de diciembre.
La joven, quien fue reina del popular carnaval de Gualeguaychú, sostuvo que era víctima de la violencia de Pastorizzo, a quien no reconoció como pareja y con quien solo dijo haber mantenido algunos encuentros sexuales.
Pero amigos del joven declararon que en realidad la violenta era Galarza y Pastorizzo la víctima.
Fuente: La Nación, GDA/Agencias