La última comunicación fue el lunes 26 de marzo. Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, periodistas de “El Comercio” de Ecuador, llegaron hasta Metaje, en la frontera con Colombia, para realizar un reportaje. Ese día, una columna disidente de las FARC los capturó. Sus familiares, sabiendo que cada minuto que pasa es de vida o muerte, han llegado a Lima aprovechando la Cumbre de las Américas con una misión: hablar con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, para que les de las explicaciones que hasta ahora no han recibido.
Galo Ortega, padre de Javier (reportero); Ricardo Rivas, hermano de Paúl (fotógrafo) y Christian Segarra, hijo de Efraín (chofer), conversaron con este Diario sobre el drama familiar que viven y la incertidumbre ante la desinformación en torno al secuestro del equipo periodístico de “El Comercio”.
Ustedes han venido a Lima aprovechando la Cumbre de las Américas para intentar conversar con el presidente Santos y como una tribuna internacional para denunciar el secuestro de sus familiares. ¿Ya han podido confirmar esta reunión?
Cristian Segarra: Por el momento no hemos tenido una confirmación oficial por parte del presidente Santos y hacemos un llamado a través de los medios para que conozca nuestra interés de tener una reunión. Al menos queremos tres minutos de su tiempo, uno por cada familiar secuestrado, para expresarle nuestros sentimientos y hacerle conocer nuestras exigencias en torno al involucramiento de Colombia en este caso, y que consideramos, debe ser mayor para la liberación de los tres. La reunión no le quitará mucho tiempo y será de provecho para todos.
¿Quiere decir que desde hace 17 días, cuando ocurrió el secuestro, no ha habido mayor diálogo de parte de las autoridades colombianas allá en Ecuador?
Ricardo Rivas: No ha habido ninguna comunicación, no ha habido un acercamiento y nos ha sorprendido la manera en que ellos lo han manejado sin tratar de involucrarse en este lamentable suceso.
¿A qué atribuyen esta actitud de parte del gobierno colombiano? Colombia está en pleno proceso electoral y el acuerdo de paz con las FARC ha sido su emblema…Rivas: Puede ser que este sea un tema político para el presidente Santos, pero creo que su plan de paz en Colombia, en lugar de alejarlo, lo va a acercar mucho más. Él es Premio Nobel de la Paz, por eso apelamos a este galardón. Él debe propender a que la paz se de en todas las regiones del mundo, entonces debería haber una intervención mucho más marcada de su parte.Segarra: Si Santos es Premio Nobel de la Paz, esta es una oportunidad ideal para que demuestre que la paz es un tema de interés, no solo de Ecuador, sino también de todos los actores que estamos involucrados. Demandamos que él demuestre por qué ganó este premio.
Ese 26 de marzo, ellos se iban de comisión a la frontera. ¿Sus familiares les contaron del peligro de la zona o ya habían estado en el lugar?Segarra: Ellos fueron a la frontera colombiana para evidenciar cuál es la realidad que vive la población de Mataje. Querían hacer un reportaje humano sobre cómo es estar en esa zona, las condiciones de vida.
¿Cuál fue la última comunicación que tuvieron?Segarra: Un día antes del viaje conversé con mi padre de asuntos familiares, pero también hablamos sobre el viaje y el seguro que se contrató para eso. El día del secuestro, Paúl se comunicó con su novia. Esa fue la última vez que se supo de ellos.Rivas: Alrededor de las 8:50 de la mañana del 26 de marzo. Después ya no contestaban el teléfono, los mensajes no los recibían…
En esa zona de frontera recientemente hubo ataques de las FARC, algo que normalmente no ocurría en Ecuador. De hecho murieron tres militares ecuatorianos…Ortega: El sábado a las 2 de la tarde él (Javier) se marchó, y nos comentó que estaba peligroso, que personas que habían ido la semana anterior le dijeron que había que tener cuidado. Él se fue un poco nervioso y nosotros nos quedamos peor, todo eso a uno lo pone mal. Luego se marchó y no tenemos comunicación hasta ahora.
Ayer se difundió un comunicado que les debe haber chocado, hablando la suerte de sus familiares indicando que no se habían salvado. Hasta el momento no hay verificación sobre ello…Rivas: El gobierno ecuatoriano se pronunció indicando que se estaba confirmando la veracidad de este documento. Posteriormente, el gobierno colombiano dijo que no tenía elementos para confirmar ese documento. Pero cabe resaltar el manejo insensible por parte de algunos medios colombianos sobre este comunicado. Incluso aseveraron que hubo confirmación del gobierno de Colombia y que solo esperaban el pronunciamiento de Ecuador y decían que prácticamente que el hecho estaba dado. Este tema es muy sensible para nuestras familias y deberían tratar de verificar las fuentes antes de lanzar una noticia así.
También se difundió a través de un medio colombiano un video, como prueba de vida. ¿Ustedes se enteraron antes de este video?Segarra: Nosotros no tuvimos conocimiento previo de esta prueba de vida. Fue como un bombazo para nosotros. Los canales de comunicación abiertos de forma oficial se dan entre el gobierno y este grupo [frente Oliver Sinisterra de las FARC], entonces nosotros esperábamos recibir información a través de ellos, pero lamentablemente no fue así. La información fue filtrada con alguna intencionalidad, y nosotros amanecimos con esa imagen tan dura de ver a los tres encadenados. Sin embargo, estamos en la lucha. No nos importa a donde tengamos que ir, pero estamos confiados y seguros de que vamos a seguir luchando por su libertad para que vuelvan a casa con nosotros.
¿Tienen prevista alguna otra reunión con más funcionarios y autoridades en el marco de la Cumbre de las Américas?Rivas: Están confirmándonos. Estamos a la espera de una reunión con el secretario general de la OEA, Luis Almagro. En la mañana tuvimos una reunión con el locutor de la Comisión de Libre Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
¿Con alguna autoridad peruana han establecido algún contacto?Rivas: No todavía. Nuestra agenda se ha ido ajustando paulatinamente porque hay mucho interés en la prensa y otros sectores. Nos quedamos hasta mañana en Lima.
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