El 2 de junio de 1821 José de San Martín se reunió con el virrey José de la Serna, en la hacienda Punchauca, situada en Carabayllo. En esa entrevista se discutió la forma de gobierno que debía tener el Perú. San Martín propuso la formación de un gobierno independiente, bajo el sistema de una monarquía constitucional, que tendría a la cabeza un príncipe europeo.
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—Entrega total—Según las memorias del general García Gamba, San Martín le hizo una propuesta que suponía la entrega total de su propio ejército. Textualmente, según dichas memorias, San Martín planteó: “Que se nombrase una regencia compuesta por tres individuos, cuyo presidente debía de ser el general La Serna, con facultad de nombrar uno de sus corregentes y que el otro lo elegiría San Martín; que esta regencia gobernaría independientemente el Perú hasta la llegada de un príncipe de la familia real de España; y que para pedir a ese príncipe, el mismo San Martín se embarcaría seguidamente para la Península, dejando las tropas de su mando a las órdenes de la regencia”. La Serna pidió unos días para estudiar la propuesta con sus generales.
—¿Por qué una monarquía?—Bernardo Monteagudo, ministro de Estado del protectorado de San Martín fue el principal ideólogo del plan monárquico. Según el historiador José Agustín de la Puente Candamo, Monteagudo afirmó que la moral del pueblo, el estado de su civilización, la distribución de la riqueza, así como las relaciones entre las clases que forman la sociedad son elementos importantes para determinar la mejor forma de gobierno. Él pensaba que en una democracia cada ciudadano precisa formación, preparación y el hombre peruano que había vivido tantos años bajo el régimen autoritario del virreinato, no estaba preparado para un uso amplio de sus derechos políticos. San Martín no quería una ruptura brusca. Quería negociar y vio que en Lima había una gran concentración de aristócratas y personas con títulos de nobleza que podían apoyar su propuesta. Quiso darles importancia y por eso nombró a varios en puestos públicos y estableció la Orden del Sol que tenía carácter hereditario. Incluso hay quienes sostienen que el rojo y blanco de nuestra bandera no son lo de la sangre y la paz sino de la Cruz de Borgoña, emblema de los reyes Habsburgo.
—El rechazo—Al tratar de ganarse a los indígenas y afrodescendientes cuando declaran la abolición del tributo a la corona española y decretan que los hijos de los esclavos que se unieran al ejército patriota serían libres, los aristócratas se enfrentan a San Martín porque temen quedarse sin mano de obra. Ellos eran los dueños de las tierras alrededor de Lima. Por otro lado, figuras de la época como José Faustino Sánchez Carrión, salieron en contra de la propuesta del general argentino. Sánchez Carrión reconocía que el sistema monárquico era el más sencillo de gobierno, pero advertía que el monarca impone su voluntad y no forma ciudadanía que era lo que necesitaba el Perú en ese momento. “Por la blandura de nuestro carácter seríamos excelentes vasallos y nunca ciudadanos”, manifestó.
—Ejemplos en la actualidad—Según Francisco Miró Quesada Rada, la monarquía constitucional que propuso San Martín es la forma de gobierno que tiene España, Gran Bretaña, Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos (Holanda), Bélgica y Suecia. También el principado de Andorra, el Estado Vaticano y los principados de Mónaco y Liechtenstein. “Son las democracias más liberales de Europa, que se dan el lujo de mantener a sus reyes para continuar con una remota tradición”, explica.
—No son monarcas absolutos—En la monarquía constitucional los parlamentarios son elegidos por el pueblo, pero mantienen la costumbre de la monarquía hereditaria. Todo se rige por lo que manda la Constitución, pero la Constitución puede cambiar y, por ejemplo, el pueblo puede decidir si se convierte en república, como sucedió con el referéndum en Italia en 1948.
—El rechazo—La idea de San Martín fue finalmente rechazada y La Serna salió de Lima con su ejército hacia Cusco, donde se resistió a reconocer la independencia del Perú durante tres años más. Según el historiador José Agustín de la Puente Candamo, quizás por su carácter reservado o por una estrategia mal calculada, San Martín nunca presentó su plan de modo claro y completo y eso generó un clima de incertidumbre y sospechas. Luego con la llegada de Bolívar finalmente adoptaríamos el sistema republicano.
—Qué nos dejó—San Martín creía que luego de tres siglos de dominación española, el Perú no estaba capacitado para un gobierno democrático y para elegir libremente a sus representantes. Se fue y ese miedo se terminó haciendo realidad con la aparición de caudillos que durante muchos años lucharon por el poder. San Martín se fue del Perú, pero dejó instalado el Primer Congreso Constituyente que se eligió libremente.Fuente: Archivo El ComercioLO ÚLTIMO DE MUNDO...
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