La noche del viernes, entre las 9 y 11, Colombia sufrió tal vez una de sus mayores tragedias naturales. La avalancha que golpeó la comunidad de Mocoa, al sur del país, ha dejado al menos, según un última reporte del gobierno, 193 personas fallecidas y más de 250 heridos. Y un número todavía indescifrable de desaparecidos.
La Cruz Roja Colombiana (CRC), sin embargo, dice que las víctimas mortales en Mococa hasta ahora son 206 y el número de desaparecidos suman 220, así como 300 familias afectadas y 25 viviendas destruidas. Cifras similares reportan medios como “El Espectador”. No se descarta que el número se incremente.
Este derrumbe, ocasionado por los desbordes de los ríos Mocoa, Sangoyaco y Mulatos, ha significado también la destrucción de casas, puentes, negocios y vehículos. Según explicó el presidente Juan Manuel Santos, la avalancha se produjo por una inusual e intensa lluvia que provocó el incremento súbito de los mencionados ríos.
“El viernes cayó la misma cantidad de agua que suele caer en diez días. Es decir, el 30% de lo que llueve en un mes se produjo en una noche. Eso produjo la avalancha”, afirmó el presidente Santos, en Mocoa, tras evaluar los daños y supervisar las acciones.