Walter Patricio Arizala, ‘Guacho’, fue abatido en medio un laboratorio de procesamiento de coca. Estaba negociando el envío de tres toneladas de cocaína hacia México.
Ese envío marcó la suerte del delincuente más buscado en la frontera entre Colombia y Ecuador. No en vano los dos gobiernos ofrecían hasta 700 millones de pesos por información que permitiera su ubicación.
La negociación la venía haciendo el jefe del frente 'Oliver Sinisterra' directamente un mes atrás con un narcotraficante ubicado en Cali, cuya línea fue intervenida por la Fiscalía, y que se convirtió en la fuente de ubicación de alias Guacho.
“'Guacho' cambiaba de celular cada dos días. Pero marcaba el mismo número del narco para finiquitar los detalles del cargamento. Estaba desesperado porque le dieran un adelanto en efectivo”, dijo a “El Tiempo” uno de los oficiales que participó en la operación quien resaltó que alias Guacho “no permanecía en un mismo lugar más de 12 horas y se movía máximo con ocho hombres“.
Con la información obtenida en las escuchas y analizada con la Fiscalía, se empezó a triangular el lugar donde podría ubicarse el delincuente. Paralelo a ello se envío un pequeño grupo del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, quienes para no ser detectados caminaron durante 10 días hasta el laboratorio ubicado en el caserío Peña Caraño en Llorente, zona rural de Tumaco.
El viernes hacia el medio día llegó al lugar 'Guacho' con su segundo al mando de la estructura, alias Pitufin y unos 8 hombres más.
En el grupo de Fuerzas Especiales estaban dos tiradores de Alta Precisión que ubicaron el objetivo y hacia las dos de la tarde, cuando no hubo duda alguna de que se trataba del enemigo público de Ecuador y Colombia, “se dio la orden de realizar una operación de tiro sincronizado que dio con la muerte de forma inmediata de 'Guacho', en la reacción de sus hombres fue muerto 'Pitufin' y en ese momento huyeron los hombres que los acompañaban”.
El cuerpo de 'Guacho' fue sometido al peritaje de la Policía Judicial y fue trasladado a Tumaco para la autopsia. Allí se esperaba que llegaran sus familiares a reclamar el cuerpo.
La fuente confirmó que desde el 15 de setiembre, cuando casi lo dan de baja ''Guacho' resultó herido a un costado, no de gravedad y por eso logró huir. Pero desde ese día se volvió paranoico, mandaba a matar a todo aquel de quien sospechara que lo podía entregar y empezó a usar chaleco antibalas. Le hicimos la vida miserable“.
Fueron ocho meses continuos, cuando fue declarado objetivo estratégico de alto valor, después del asesinato del equipo periodístico del diario quiteño “El Comercio”, en los que tres grupos de inteligencia de las Fuerzas Militares y de la Fiscalía estuvieron tras 'Guacho'.
En ese lapso estuvieron a punto de capturarlo o darle de baja en cuatro ocasiones pero factores externos jugaron a su favor, “la gente de la zona lo protegía, muchos por temor. Ya no podía visitar a sus mujeres y se volvió sagaz para eludirnos. Se supo por inteligencia que hace 20 días pasó a Ecuador en una embarcación vestido de mujer. Y a veces andaba en moto vestido de overol y casco para hacerse pasar como uno de los empleados de la construcción de un puente de la zona”, resaltó la fuente.
La operación contra 'Guacho' fue estructurada en su momento por el general Alberto José Mejía, comandante de las Fuerzas Militares quien hace 10 días dio un paso al costado con el relevo de la cúpula ordenando por el presidente Iván Duque, lo que llevó a que el general Fernando Navarro, quien asumió el comando, la ejecutara con milímetrica presión.
Para la Fuerza Pública la muerte de 'Guacho' y 'Pitufin' es un gran éxito en la lucha contra el crimen organizado, ya que a la estructura narcotraficante no le va a ser fácil reorganizarse porque fueron muertos los que manejaban directamente los contactos en el exterior para el envío del alcaloide.
Fuente: “El Tiempo” de Colombia / GDA