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México DF. Cada tercer día una mujer llegaba a la casa ubicada en Cedro 50, en la colonia Tenorios, en Iztapalapa, para llevar comida enlatada, pan, agua embotellada y jabón para baño, dicen vecinos.
Noemí Berumen Rodríguez fue la pieza clave en la detención de José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda, de acuerdo con el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido.
Las autoridades federales elaboraron un diagrama de vínculos familiares, amigos y socios de la pareja imperial. Tras una serie de filtros determinaron que podrían haberse escondido en Monterrey o en el Distrito Federal, específicamente en Iztapalapa, por lo que montaron un operativo de vigilancia en tres viviendas. Sesenta elementos, entre Ministerios Públicos y agentes federales, catearon al mismo tiempo tres inmuebles.
Los Abarca vivían a salto de mata en la delegación Iztapalapa, bastión del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la capital del país, la vivienda de la calle Cedro tiene un acceso complicado para los vehículos, por lo que era difícil pensar que se movían en auto. La casa tenía el aspecto de estar abandonada y fue donde se detuvo a la pareja alrededor de las 2:30 horas del martes.
Según vecinos, por más de 15 días aquí en el DF, los esposos durmieron en el suelo, comían lo que se podía y vestían ropa pirata para mantener el bajo perfil. La fachada estaba sucia, los lugareños veían solamente un foco prendido durante gran parte de la noche y lo que más llamaba la atención era que cada tercer día una mujer que no identificaron como del sector, llevaba comida enlatada, pan, agua embotellada y jabón para baño.
Otro de los inmuebles cateados está en la calle Jalisco, número 27, de la colonia Santa María Aztahuacán, a escasos ocho minutos del primero. Las condiciones eran las mismas, sucio, con aspecto de estar abandonado y con un olor fétido a excremento de perro. Al menos ocho canes estaban hacinados en dos cuartos abandonados en la planta baja, los desechos y comida estaban por todos lados debido a la falta de higiene.
En la segunda planta había solamente una cama, un refrigerador nuevo repleto de leche, jamón, huevos, agua y golosinas. Había también una estufa casi nueva con un sartén, la ropa estaba dispersa por todos lados, libros hojeados y sobre un buró dos billetes de 100 pesos.
En el refrigerador estaba una fotografía de Noemí Berumen Rodríguez en blanco y negro, la foto de un menor de escasos 12 años y varios dibujos hechos por un infante en los que se podría leer “te amo mamá”. En el librero estaba una edición de “Lo más caro del mundo”, el cual tenía indicios de que con frecuencia se leía, era el que resaltaba de todas las novelas ahí acomodadas.
Una casa más inspeccionada se encuentra también en la calle Cedro, pero en el número 163.
“¡AQUÍ NO ES IGUALA, QUE SE LARGUEN!”
La detención del matrimonio Abarca causó indignación en los pobladores de Santa María Aztahuacán, no daban crédito a lo sucedido e incluso aseguraban que no deambulaban por todo el sector, “aquí nos conocemos todos, cuando llegan vecinos de inmediato los detectamos, la gente luego luego dice quién se acaba de mudar y los pasamos a visitar para conocerlos y a esos señores nunca los vimos por aquí”, explicó Hermelinda Jiménez, quien dijo pertenecer al comité vecinal del sector.
Los molestos vecinos dijeron que en el domicilio vivían dos ancianos de la tercera edad que apenas a principios de año perdieron la vida. Después el lugar estuvo abandonado y no fue hasta hace poco menos de un mes que observaron a una mujer que solamente entraba y salía sin poder entablar comunicación con ella porque nunca estaba.
“No dudo que si alguna vez llegaron, algunos de los vecinos los reconoció, los denunció y qué bueno porque nada más vinieron a ensuciar y manchar el nombre del pueblo, de por sí de aquí se dice que somos de lo peor, pero ¡aquí no es Iguala, que se larguen a ver a dónde! y qué bueno que los detuvieron”, expresó la mujer quien se dijo sorprendida por todas las cámaras y reporteros que resguardaban la vivienda en busca de más información sobre la detención de la llamada pareja imperial.
TODO ES POLÍTICO
La suspicacia de los vecinos creció al recordar que José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa pertenecen al PRD y que en la delegación hay dos corrientes de esta agrupación política que disputarán la demarcación en las próximas elecciones, “a mí la verdad es que se me hace muy raro todo esto, se me hace que llegaron y los sembraron aquí los mismos perredistas o a lo mejor el delegado Jesús Valencia los estaba protegiendo, creo que todo es político”, platicaba consternada María Asunción Gutiérrez, quien tiene su domicilio a tres casas de donde capturaron a los Abarca.
Según los colonos, Santa María Aztahuacán es un sector peligroso donde por la noche fácilmente roban, en sus calles se puede ver a jóvenes drogándose o embriagándose a cualquier hora, por lo que esperan que con la detención de Abarca y su esposa alguna autoridad les ponga atención y mejoren los patrullajes, instalen más cámaras de seguridad para que la delincuencia disminuya.
“El delegado nos tiene olvidados, por eso pensamos que hasta los protegía o les dio la facilidad para encontrar esta casa, pero bueno, ahora que sirva de algo y que se den cuenta que existimos”.
Fuente: “El Universal” / GDA