Argentina elige hoy a quién sucederá a Cristina Fernández de Kirchner al mando del país y pondrá fin así a 12 años de gobiernos kirchneristas. Ya sea el oficialista Daniel Scioli o el opositor Mauricio Macri, los resultados de la segunda vuelta tendrán un impacto indiscutible en la región. El Comercio conversó al respecto con el embajador argentino en el Perú, Darío Alessandro, quien hizo un balance de lo que dejó el periodo kirchnerista en Argentina y en las relaciones bilaterales entre Lima y Buenos Aires. Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
- ¿Qué se juega Argentina en las elecciones del domingo?
Lo fundamental es la consolidación de la democracia en Argentina. Como casi todos los países latinoamericanos, a lo largo de su historia Argentina ha tenido interrupciones de los ciclos democráticos con golpes de estado. Este ha sido el periodo más largo sin interrupciones desde que se reconquistó la democracia en 1983. Ese es un hecho muy digno de destacar más allá de los candidatos y las preferencias. También hay que ver el alto grado de participación que hubo en la primera vuelta –que fue del 82% del padrón electoral. El debate que hubo entre Daniel Scioli y Mauricio Macri tuvo mayor audiencia televisiva que la final de la copa mundial de fútbol entre Argentina y Alemania. Eso refleja que hay una democracia consolidada y afortunadamente fuerte.
- ¿Existe ahora en Argentina un mayor interés en la política?
Muchas veces se dice que existe decepción con la democracia y en parte algo de eso hay, porque la gente no está plenamente satisfecha. No obstante, creo que hay una conciencia muy cabal de que con la democracia y con la participación de los ciudadanos las cosas pueden mejorar y eso está asumido afortunadamente.
- Sin embargo, en la primera vuelta pasó algo que no se esperaba y el opositor Macri estuvo muy cerca del oficialista Scioli. ¿Qué tan grande es el deseo de cambio?
La fuerza más votada fue el Frente para la Victoria (oficialismo) con Daniel Scioli a la cabeza que obtuvo el 37%, 3 puntos por encima del candidato que ocupó el segundo lugar (Mauricio Macri). De seis fuerzas políticas que participaron en la elección, el candidato que de alguna forma expresa al gobierno –con algunas correcciones y modificaciones- fue el más votado. Las encuestas marcaban una diferencia mayor con el segundo por eso creo que hay que estar muy prevenido con respecto a lo que las encuestas dicen porque la verdadera elección es la que ocurrirá el domingo cuando vote la población.
- Pero el porcentaje de personas que votó por Macri sin duda quiere un cambio…
La democracia es así y enhorabuena que haya distintas posibilidades y distintas visiones. Muchas veces se dijo que el gobierno argentino tenía una pretensión de hegemonía y las elecciones han sido como deben ser… limpias, transparentes. Todas las opiniones se pudieron presentar y exponer con cabalidad. Es bastante natural luego de un periodo prolongado de gobierno (12 años) y con una situación donde la crisis económica internacional ha llegado a Latinoamérica, haya gente que no esté tan satisfecha con lo que está pasando. Eso hizo que la elección de Mauricio Macri fuera considerablemente importante, pero quedó en segundo lugar con respecto a Daniel Scioli.
- ¿Entonces atribuye al factor económico el resultado de la primera vuelta?
Hay que poner esa pregunta en contexto. La economía de Argentina desde que comenzó el gobierno de Néstor Kirchner y luego de Cristina Fernández duplicó su PBI, se dio un crecimiento importante que fue el más prolongado de la economía argentina durante todo el siglo XX y lo que va del XXI. Segundo, el desempleo que en el año 2003 era del 25% hoy es menos del 6%, la desigualdad ha disminuido. Lo que sí es cierto es que la coyuntura internacional -principalmente con la caída del precio de las materias primas- ha motivado que este crecimiento sea mucho más lento y eso puede producir en algunas personas la necesidad de probar con otro tipo de política económica, ir por otro camino.
- ¿Cuál es su balance de este último periodo de 12 años?
Hago un balance muy positivo. Primero, Argentina remontó una situación de crisis inédita como fue la del 2001 y el 2002, donde las protestas y la represión produjeron muertes en las calles, donde se cuestionaba al poder político y se decía “que se vayan todos”. Uno de los méritos fundamentales de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández ha sido restaurar la legítima autoridad política, sin represión, con democracia y con pleno respeto a los derechos humanos. Segundo, el crecimiento económico. El PBI de Argentina se duplicó en estos 12 años, disminuyó la desigualdad, se ampliaron los derechos, se ha mejorado aspectos vitales de recuperación de sectores y empresas de Argentina que fueron muy importantes para su desarrollo como los trenes, la YPF --que fue una empresa pionera en la producción de petróleo en Argentina-- y Aerolíneas Argentinas. También se dio el matrimonio igualitario, que es una ampliación de derechos muy importantes donde hay un sector que estaba marginado de la sociedad y en Argentina se le ha dado el respeto necesario.
- ¿Qué cambios han habido en las relaciones entre Perú y Argentina en este periodo de 12 años?
Los cambios han sido en una tendencia positiva. Argentina y Perú firmaron un acuerdo de integración estratégica y después de mucho tiempo sin visitas al más alto nivel se dio una visita de Estado de la presidenta Cristina Fernández en el 2010 y eso fue correspondido por el actual presidente Ollanta Humala en otra visita a Argentina. Hay una gran cantidad de peruanos en Argentina (más de 300 mil) y se estima que Buenos Aires es la ciudad fuera del Perú donde viven más peruanos. Esos peruanos contribuyen al desarrollo de Argentina y a su vez tienen los mismos derechos que los argentinos en cuento a la educación, la salud y el trabajo.
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Crsitina Fernández junto al ex presidente Alan García. (Foto: Archivo/El Comercio)
También ha habido numerosas misiones en el área comercial y económica. No hemos terminado ese trabajo, pero está iniciado y hay que continuarlo. Además, muchos no lo saben, pero se ha firmado un acuerdo de seguridad social que permite que aquellos peruanos que han trabajado en Argentina y aquellos argentinos que han trabajado en el Perú puedan considerar los años de que han aportado para la jubilación en ese país les sirvan para tener una pensión. También hay muchísimos trabajos de cooperación científico-técnica en el área agropecuaria, productiva, de turismo, educativa y más. Las relaciones están por un buen camino y ojalá que sigan por ese rumbo.
- ¿Qué imagen cree que ha consolidado Argentina en la región con este último gobierno?
Argentina ha consolidado una imagen de un país democrático, con un pleno respeto a los derechos humanos, un país donde se integra a todos los migrantes, pese a que Argentina es el país de toda Latinoamérica que recibe más migrantes para vivir de forma permanente para estudiar y para trabajar. Muchas veces se leen críticas lapidarias hacia Argentina, pero es el país más elegido de Latinoamérica para ir a estudiar o trabajar por los propios latinoamericanos.
- En estos últimos 12 años se ha relacionado al gobierno de Argentina con el chavismo. ¿Qué intereses están en juego en estas elecciones?
Si uno hace una lectura objetiva, el gobierno de Argentina ha tenido buenas relaciones con todos los gobiernos latinoamericanos. Argentina mantiene buenas relaciones con Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Brasil. Yo sé que a veces se trata de encasillar en determinadas posturas a los gobiernos, pero si se hace un análisis más objetivo las relaciones de Argentina han sido equitativas con todos los países latinoamericanos.
- Sin embargo, ¿cree que un triunfo de Mauricio Macri rompería esa relación?
No me corresponde hacer un juicio de valor sobre qué haría uno u otro candidato. Soy un embajador de carácter político, tengo mis preferencias, pero creo que hay que esperar para ver qué hará el candidato que gane. Mi convicción más íntima es que mantengan buenas relaciones con todos los gobiernos latinoamericanos, con todos los pueblos latinoamericanos porque los gobiernos pasan, pero los pueblos quedan.
- ¿En qué le gustaría que Argentina mejore en el próximo gobierno?
Una asignatura pendiente para Argentina y la región es ser menos dependiente de las materias primas, tener unas economías más integradas y más desarrolladas, tener mayor relación comercial con la región y tener quizás una cultura política que sea inclusiva y tolerante. Creo que eso es posible.