Santiago, Chile (AP). Tres mexicanos pedalearon sus bicicletas durante seis meses para avivar a su selección en Brasil; un chileno construyó a mano una casa rodante para seguir a la “Roja”, y un colombiano atravesará en bote el Amazonas para ver a su equipo en la Copa del Mundo.
Miles de latinoamericanos aprovecharon que el Mundial se desarrolla en la región para acompañar a sus selecciones. Los más esforzados viajarán en caravanas de vehículos, motocicletas, autobuses y hasta bicicletas para llegar a Brasil.
Para muchos es la oportunidad de sus vidas de asistir a un Mundial. La última vez que el torneo se realizó en el continente americano fue en Estados Unidos, en 1994, y los próximos dos serán en Rusia y Catar.
EN BICICLETALos mexicanos Juan Luis Sube, Angel Martíne y Héctor Lujan renunciaron a sus empleos y el 6 de diciembre se montaron en sus bicicletas en Guadalajara para emprender un recorrido de 9.500 kilómetros rumbo a Brasil. Esperan arribar a Sao Paulo pare recoger entradas donadas, y luego llegar a tiempo a Recife para ver a México jugar contra Croacia el 27 de junio.
“Nos motiva el deseo de ser parte de esta fiesta futbolera y por nuestro orgullo por la selección mexicana”, comentó Sube, un ingeniero ambiental de 29 años.
“Salimos con 3.500 dólares cada uno, pero ahorita se nos están acabando”, agregó en una conversación telefónica el 30 de mayo, mientras pedaleaba su bicicleta en el lado brasileño de las cataratas Foz de Iguazú.
Una agencia de viajes le regaló al trío entradas para el tercer encuentro de México en Recife. Miles de viajeros carecen de boletos, pero no les importa porque sólo quieren estar presente en la gran fiesta del fútbol.
Los ciclistas sueñan con ver el partido Brasil-México, el 17 de junio en Fortaleza, pero no tienen entradas. Sube dijo a la AP que si les donan los boletos, viajarían en vehículo hasta el estadio Castelao, porque no alcanzan a llegar en bicicleta. “Ya cumplimos nuestra meta de llegar de México a Brasil en bicicleta, así que ahora podemos usar un carro. Avión no porque el pasaje es muy caro”, agregó.
CARAVANASUna de las mayores caravanas partió desde Chile el sábado, con más de 800 vehículos y 3.200 personas que recorrerán unos 4.000 kilómetros hasta Cuiabá, donde la “Roja” disputará su primer encuentro ante Australia el 13 de junio.
Entre la caravana estará Cristián Uribarri, quien construyó una casa rodante a mano y viaja con cuatro compañeros. Entre los cinco reunieron 3.200 dólares para combustible, peajes y otros gastos.
La casa rodante fue levantada desde cero, y está equipada con un colchón de dos plazas, un televisor, un equipo de música, una consola de videojuegos, aire acondicionado, un pequeño refrigerador, todo alimentado por un conversor de electricidad, también regalado.
“Es una oportunidad única de estar y vivir un Mundial. Es la oportunidad más cerca que vamos a tener”, comentó Uribarri, un diseñador y empleado gubernamental de 35 años. “Es una oportunidad única de ir a Brasil porque a Rusia es imposible, saldría carísimo, aparte de que hace mucho frío, y Catar lejos es la ciudad más cara del mundo”.
DESDE ARGENTINAFabián Bianchi, sus tres hijos y un hermano viajan a Brasil amontonados en una vieja casa rodante acondicionada. No tienen entradas, pero no les preocupa.
“El campeonato obviamente es muy importante, pero la fiesta previa y todo lo que comprende de unir tantas países del planeta tiene mucha más importancia a veces que la competencia en sí”, comentó Bianchi en la provincia de Buenos Aires. “Así que muy entusiasmado con lo que vamos a hace, y más en familia”.
EN BOTE POR EL AMAZONASEl colombiano Edwis Pérez, un ingeniero de sistemas de 40 años, viajará de Barrancabermeja a Bucaramanga, luego en avión a Leticia y cruzará en bote el Amazonas hasta Manaos, para volar a Belo Horizonte y estar presente en el partido de su selección ante Grecia, el 14 de junio.
Hace 18 años leyó las 100 cosas que una persona debería hacer en su vida. “Me puse a hacer mi listado propio y entre esas 100 cosas tenía un Mundial de fútbol e ir al Amazonas: así hago dos cosas a la vez”, declaró.
DESDE CHILECecilia Aguilar arrendó una casa rodante y viajará acompañada de algunos compañeros de trabajo y con el recuerdo de su hijo Eduardo Frazier, muerto a los 29 años.
“Muchos me dicen que voy yo, pero en mi cuerpo viene conmigo el alma de mi hijo”, dijo a la AP la especialista de recursos humanos. “Sé que mi hijo desde el cielo está muerto de la risa de que esta vieja hace locuras a los 64 años. Me da un tremendo impulso, me siento como una joven de 40, entusiasmada de ir a esta aventura”, añadió.
Desde Chile viajarán unos 50.000 hinchas a Brasil, aunque las entradas disponibles para el país sudamericano eran menos de 20.000.