Río de Janeiro. En una señal más de la que promete ser una agitadaadministración, con todo tipo de sobresaltos, el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro , sorprendió a bañistas, la prensa y vecinos del barrio carioca de Barra de Tijuca donde vive para ir a la playa a asistir a una presentación en su honor de pilotos acrobáticos ex militares.
Acompañado por una pequeño pero firme escolta de policías federales, el líder ultraderechista se trasladó dentro de unas camionetas hasta el Posto 4 de Barra, a poca distancia de su residencia en un barrio cerrado. Allí, subió hasta el mirador de los guarda-vidas mientras era saludado por transeúntes, locales y turistas; algunos apasionados simpatizantes lo aclamaban (“¡BolsoMito!”) y le agradecían (“¡Obrigado, presidente”).
Un bañista de sunga improvisó un breve concierto de trompeta. Pero el plato fuerte vendría después: cuatro aviones sobrevolaron a baja altura la playa en su honor, pero sin acrobacias. Se explicó luego que fue un homenaje del Club Céu, y que los pilotos son coroneles y brigadieres de reserva de la fuerza aérea. Bolsonaro, un excapitán deparacaídas del ejército, es el primer militar en 73 años en ser elegido democráticamente para asumir el poder; el último había sido Eurico Gaspar Dutra, en 1945, y antes de él solo había otro caso, el de Hermes de Fonseca, en 1910.
Poco antes, a través de sus redes sociales, Bolsonaro había confirmado como futuro ministro de Ciencia y Tecnología al teniente coronel Marcos Pontes, de la fuerza aérea, el astronauta brasileño -y sudamericano- que fue al espacio, en 2006.
Fuente: La Nación de Argentina, GDA