En las cuatro horas que transcurrirán desde que comenzó a leer esto, es probable que la policía brasileña mate a alguien. Y en las cuatro horas siguientes, a otro. Así por días, meses, años.
La estadística surge de un estudio presentado este martes en São Paulo, que concluyó que en promedio mueren como mínimo seis personas diariamente en Brasil a manos de fuerzas policiales.
El año pasado sumaron 2.212, indicó el texto del Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP), una organización no gubernamental que busca mejorar la acción policial en el país.
El informe divulgado este martes destacó que en los cinco años que pasaron de 2009 a 2013, los policías brasileños mataron más gente que sus colegas de Estados Unidos a lo largo de tres décadas: 11.197 contra 11.090.
Esta comparación sorprendió a los propios expertos que trabajaron en el informe, habituados a lidiar con cifras sobre la violencia policial y de la sociedad brasileña en general.
“Fue de asustar”, dijo la directora ejecutiva del FBSP, Samira Bueno, a BBC Mundo. “Como uno de los autores del estudio, confieso que quedamos un poco impresionados con ese resultado”.
Entonces, ¿a qué se debe ese ritmo letal de la policía brasileña?La mayoría de los policías estatales brasileños investigados por muertes son absueltos.
-
LUZ VERDELos especialistas atribuyen el fenómeno a problemas como fallas institucionales y la herencia que dejaron 21 años de régimen militar en Brasil (1964-1985).
Algunos señalan que la acción violenta de la policía es vista por buena parte de la sociedad brasileña como una forma efectiva de control del delito.
“Cuando los policías matan, cuentan muchas veces con un incentivo de la población, porque existe un descrédito muy grande en las instituciones brasileñas, sea en la justicia, la policía o el ministerio público”, señaló Bueno.
“La máxima de ‘bandido bueno es bandido muerto’ infelizmente es fuerte en el país”, agregó.
Sostuvo además que hay una connivencia de los órganos de control con la violencia policial, y el mensaje que recibe la tropa “es que si la opción fuera apretar el gatillo, no hay problema”.
La impunidad fue señalada como una causa de la letalidad policial en otro estudio divulgado en abril por la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), en el estado de São Paulo.
El trabajo reveló que, de casi un millar (944) de policías estatales investigados por muertes entre 2009 y 2011, prácticamente la totalidad (94%) fueron absueltos sin cargos en su contra.
“RACISMO INSTITUCIONAL”Otros investigadores sostienen que la agresividad de la policía brasileña es tan sólo un reflejo de lo que ocurre en la sociedad en general.El costo de la violencia en Brasil superó en 2013 al PIB de Ecuador, según un estudio.
-
Los costos de la violencia en Brasil ascendieron a unos US$100.000 millones el año pasado, según el informe del FBSP. Eso es más que el PIB de Ecuador el mismo año.
El texto indicó que cada 10 minutos una persona es asesinada en Brasil, donde se registraron 53.646 muertes violentas el año pasado.
Y destacó que los negros brasileños tienen 30,5% más probabilidades de ser víctimas de homicidio o 18,4% más chances de ser encarcelados.
Sólo en São Paulo, la tasa de negros muertos por la policía en 2011 fue tres veces superior a la de blancos, según la investigación de la UFSCar, que destacó que la gran mayoría (79%) de los uniformados involucrados eran blancos.
“Tenemos un esquema de racismo institucional muy fuerte, inclusive dentro de aquellos que deberían cumplir y hacer cumplir las leyes”, dijo a BBC Mundo Julio Jacobo Waiselfisz, experto en estudios de violencia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) Brasil.
Si bien Brasil tuvo en 2011 una tasa de homicidios comparable a México, las cifras del FBSP en base a datos oficiales indican que ese año la policía brasileña mató a más personas que la mexicana: 2.042 contra 1.652 respectivamente.
También consignó que en Venezuela, un país con una tasa de homicidios bastante superior, hubo 704 muertos en enfrentamientos con la policía en 2006, último año del que dispuso de cifras.
En Colombia, las fuerzas de seguridad (incluido el Ejército) mataron a 253 personas el año pasado según el Instituto de Medicina Legal. Arturo Wallace, corresponsal de BBC Mundo en Bogota, indicó que la cifra de personas muertas por las autoridades fue significativamente menor que en Brasil, pese a que en ese país hay un conflicto con guerrillas.
Aunque, por supuesto, la cifra de población total brasileña es muy superior a la de México, Colombia o Venezuela, lo que debe tomarse en cuenta al hacer comparaciones estadísticas entre los países.
“POR SER POLICÍAS”En Brasil cada estado tiene una policía militar que se encarga de las tareas de vigilancia y preservación del orden público, y una policía civil que funciona más como asistente de investigaciones judiciales.
El estudio del FBSP incluyó cifras de ambos cuerpos y señaló que la policía de Río de Janeiro es la más letal del país, pero disminuyó a menos de la mitad su cifra de muertos con la instalación de unidades de “pacificación” en favelas que eran dominadas por narcos.
Los estados de São Paulo y Bahía siguen en la lista.
Paulo Storani, un exsubcomandante del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de Río que inspiró al personaje de la película “Tropa de Elite”, indicó que la policía brasileña también tiene altos índices de efectivos muertos por la violencia.
“Mueren en servicio y mueren en la hora de descanso: son asesinados por ser policías militares o civiles”, dijo Storani a BBC Mundo.
Sólo el año pasado murieron en Brasil al menos 490 policías de forma violenta, tres cuartos de ellos fuera de servicio y apenas un cuarto cumpliendo funciones, según el informe de FBSP.
Actualmente antropólogo especializado en seguridad, Sotorani sostuvo que los problemas van desde una falta de entrenamiento adecuado hasta errores en la concepción de la labor policial.
“Las policías de Brasil, tanto civil como militar, todavía están ligadas a un modelo muy represivo, de policía de vigilancia diferente al de una policía de protección”, sostuvo.
Y añadió que “la tendencia es siempre a la acción letal, cuando debería ser usada la fuerza de forma progresiva, obedeciendo a límites legales y protocolos internacionales”.