El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, difícilmente terminará su mandato de seis años ante la aguda crisis económica del país petrolero, dijo el martes el presidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), Henry Ramos Allup, quien agregó que su salida podría darse incluso este año.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“En esta situación no creo que termine (su mandato)”, dijo a Reuters Henry Ramos Allup, nuevo presidente de la Asamblea Nacional, que por primera vez en 16 años tiene mayoría opositora. “Se lo está tragando la crisis”, aseguró.
En una sala contigua a su despacho en el Palacio Federal Legislativo, el ducho político y abogado de 72 años, sostuvo que para que Venezuela supere la inflación más alta del mundo, la recesión económica y la escasez de bienes, Maduro y su gabinete deben dar un paso al costado.
Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, uno de los partidos más antiguos en Venezuela, cree que el modelo socialista, implantado por el fallecido presidente Hugo Chávez, es el verdadero culpable de la grave crisis económica. Sin embargo, Maduro y sus ministros sostienen que es la “guerra económica”.
“Si ellos insisten -como lo están haciendo- en seguir practicando un modelo que fracasó en todos los sentidos, la respuesta es de Perogrullo: tienen que salir los que insisten en la crisis porque sino no la vamos a superar”, reflexionó.
De ascendencia libanesa y reconocido por su estilo combativo y verborrágico, Henry Ramos Allup ha sido descrito también como un “dinosaurio fascista” por el propio Maduro. Sin embargo, el septuagenario político le ha devuelto a la oposición, desde la jefatura del Parlamento, una voz contestataria.
“Los tiempos nos dirán cuál es la mejor forma (para cambiar de Gobierno). Nosotros hemos insistido en que las salidas a la crisis tendrían que ser democráticas, constitucionales, pacíficas y electorales. Ninguna otra”, agregó.
La Constitución venezolana establece como faltas absolutas del Presidente: su muerte, la destitución decretada por el máximo organismo judicial, la incapacidad física o mental, el abandono del cargo, así como la revocación popular a mitad de su mandato que, en el caso de Maduro, se cumple en abril.
Por años, la oposición trató de desbancar a Chávez pero no logró su cometido ni con un referéndum revocatorio de 2004, ni tras un breve golpe de Estado, dos años antes.
— Seis meses para cambiar de Gobierno —
Durante la campaña electoral para las parlamentarias de diciembre del año pasado, la treintena de partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), firmaron un acuerdo para, de triunfar, buscar la mejor forma para sacar al Gobierno de Nicolás Maduro (2013-2019) en la primera mitad del 2016. El triunfo se dio y Ramos asegura que ya están trabajando.
“Si por simple cálculo político alguien dijera: 'dejémoslo tres años más para que termine de achicharrarse en su propio aceite', me parece muy irresponsable ¿Qué heredaría el próximo presidente dentro de tres años? Un cementerio”, caviló.
Además, insistió en que la AN tiene facultades para promulgar una ley de amnistía que están discutiendo y que Maduro se ha negado a priori a firmar, por considerar que liberará a banqueros corruptos y asesinos de inocentes.
“Tenemos facultades para promulgar la ley”, aseguró. “El Presidente dijo desde un principio 'no'. La Asamblea, después de estudiar el proyecto dirá 'sí'”.
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Fuente: Reuters