El reloj que marca el paso del tiempo en la fachada del edificio del congreso boliviano, en La Paz, ahora marcha al revés.
Sus manecillas giran hacia la izquierda y los números fueron invertidos: ahora van del 12 al 1.
Según las autoridades éste será ahora el símbolo del cambio político en la región andina. Pero la medida ha generado estupefacción y una que otra burla en los medios y redes sociales.
En una conferencia de prensa de este martes, el canciller David Choquehuanca lo llamó “el reloj del sur”. Y dijo que el cambio fue diseñado para que los bolivianos atesoren su patrimonio cultural.
En una conferencia de prensa con el presidente del Senado, Eugenio Rojas, el canciller señaló que esta iniciativa fue diseñada para enseñar a los bolivianos “que pueden cuestionar las normas establecidas y pensar de forma creativa”.“CREATIVIDAD”“¿Quién dice que el reloj tiene que girar de ese lado siempre? ¿Por qué siempre tenemos que obedecer, por qué no podemos ser creativos”, preguntó el canciller.
E insistió en que la iniciativa no pretende causar daño a nadie, sino intenta “revalorizar la cultura propia”.
“No nos tenemos que complicar, simplemente tenemos que tomar conciencia de que nosotros vivimos en el sur. No estamos en el norte”, dijo Choquehuanca.
Cuando se le preguntó al funcionario si el gobierno llevaría a cabo un programa para extender el uso de este nuevo reloj, éste respondió: “si quieren comprarse un reloj del sur, háganlo; si quieren utilizar un reloj del norte, usted van a poder utilizarlo. No se puede imponer”.
Según la nueva configuración, el número 12 está situado en el norte, pero ahora las manecillas giran a la izquierda para contar las horas 1 al 6 y de allí suben por la derecha del 7 al 11.
Choquehuanca también informó que Bolivia había colocado relojes que giran al revés en los escritorios de las delegaciones extranjeras que asistieron a la reciente cumbre del G77 en la ciudad de Santa Cruz.
Dichos relojes, que fueron obsequiados a dichas delegaciones, tenían la forma del mapa de Bolivia e incluían el territorio costero que el país perdió en una guerra con Chile en 1879 pero que Bolivia reclama.
“ERROR”Los residentes de Bolivia mostraron distintas reacciones al nuevo reloj del sur.
El lustrabotas Franz Galarza, que trabaja frente al Congreso, notó que los números arábigos fueron pintados sobre los romanos, que todavía pueden notarse, lo cual, dijo, hace parecer que se trata de un trabajo mal hecho.
“Si quieren dar el mensaje de que el país está yendo en otra dirección van a tener que darle esa explicación a todas las personas que pasen por la plaza Murillo porque la mayoría, la primera cosa que dicen es que es un error, que está mal”, comentó Galarza a la agencia EFE.
“Si es una idea política es una mala idea política” agregó.
El reloj del sur es la más reciente iniciativa en el contexto de otras medidas que el gobierno ha presentado para promover la cultura andina. Otra de ellas es el uso de la bandera indígena whipala, que ahora es un símbolo nacional reconocido por la constitución boliviana.