La orden llega desde La Paz y Washington. Hay que matarlo. El sargento Mario Terán le dispara. Su cuerpo es transportado en una camilla, atado a la base de un helicóptero. Va de La Higuera a Vallegrande y es colocado en una pequeña lavandería. Sus ojos están entreabiertos. Mira hacia un punto fijo y a la vez a todas partes. Los soldados se toman fotos con él, su trofeo de guerra.
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Ernesto Guevara de la Serna, el Che, fue ejecutado hace 50 años en Bolivia, el 9 de octubre de 1967, y los sucesos alrededor de su muerte aún no están del todo claros. Medio siglo después, lo que se conoce es que emprendió una misión suicida y que terminó como un guerrillero abandonado a su suerte, incomunicado y con unos pocos hombres de su lado.
Mucho se ha escrito alrededor de la incursión militar de Guevara en Bolivia que lo llevó a la muerte. Que fue idea de Fidel Castro para deshacerse de él o que quería emprender su propia revolución en América Latina para emular lo ocurrido en Cuba. Pero como explica Humberto Vacaflor, el primer periodista enviado desde La Paz que cubrió los combates entre la guerrilla de Guevara y el ejército boliviano, el Che se equivocó de país. “Comenzó una guerrilla en el lugar equivocado”, cuenta a El Comercio. “Vino a ofrecer a los campesinos reforma agraria, sin recordar que en 1952 ya se había dado la reforma agraria en Bolivia”. Vacaflor, junto a sus colegas José Luis Alcázar y Juan Carlos Salazar, publicó recientemente el libro “La guerrilla que contamos”, donde, como corresponsales de guerra, narran pasajes sobre cómo fue la cobertura periodística durante 1966 y 1967, el tiempo en que Guevara formó el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia en Ñancahuazú, en el sureste boliviano y cerca de la frontera argentina. “Venir a Bolivia fue un error. Su guerrilla fue un desastre, cualquier aprendiz de guerrillero lo hubiese hecho mejor. Estaba más empeñado en dejar fotografías, documentos. Parecía más un reportero”, señala Vacaflor, quien trabajaba en ese entonces para el diario “Presencia”. De la misma opinión es José Luis Alcázar. “Se equivocó totalmente. El Che no tenía mucho que ofrecer a los campesinos bolivianos, no pudo captarlos y más bien los campesinos ayudaron a los militares para perseguirlo. Además, cometió una serie de errores militares que lo llevaron al fracaso”, relata a este Diario. Guevara llega a Bolivia en noviembre de 1966. Años antes había fracasado en su aventura africana, cuando intentó una revolución socialista en el Congo. Había renunciado a la nacionalidad cubana y a sus cargos políticos en la isla. Algunos historiadores hablan de una separación con Castro luego de que el Che criticara a la Unión Soviética. Otros, como el periodista Jon Lee Anderson, autor de una conocida biografía de Guevara, señalan que nunca hubo una enemistad. Así lo cuenta a BBC: “El Che le servía a Fidel. En el fondo confabulaban”.
_______ Sin apoyo
Guevara llegó a Bolivia disfrazado e intentando pasar por un médico uruguayo, pero la CIA rápidamente lo detectó. De hecho, varios agentes y militares estadounidenses apoyaron a las fuerzas bolivianas en la captura. Uno de ellos, Félix Rodríguez, dio la orden directa al coronel Terán para ejecutar a Guevara; aunque hay otras investigaciones que señalan que, en realidad, EE.UU. lo quería vivo. En pocos meses, su intento de prender la revolución cubana en la selva boliviana no prosperó. “La radio que había traído desde Cuba dejó de funcionar. Estaba perdido en la selva. Terminó siendo un guerrillero desamparado, abandonado”, opina Vacaflor. Luego de ser expuesto ante la población, el cuerpo del Che Guevara fue arrojado a una fosa común. Antes, sus manos fueron cercenadas para ser enviadas a La Habana como macabra prueba de su muerte. Cincuenta años después, el gobierno de Evo Morales, un entusiasta seguidor de Castro, ha preparado una serie de homenajes. Según el guion programado para las actividades, el mismo ejército que lo persiguió ahora gritará: “Hasta la victoria siempre”.
— Un grupo de ex militares bolivianos que combatieron contra la guerrilla del Che Guevara consideró un acto de “traición a la patria” los homenajes oficiales que realiza el gobierno por los 50 años de la muerte del argentino-cubano. — “No podemos olvidar que el Che fue el invasor, asesinó a muchos bolivianos”, expresó el delegado regional de los ex militares, Teófilo Zárate. — Durante la persecución a la guerrilla de Guevara, murieron 54 soldados bolivianos y 34 insurgentes. — El homenaje central se realizará hoy en Vallegrande, a donde asistirán los hijos de Guevara, quienes han viajado especialmente desde Cuba.
Entrevista al periodista José Luis Alcázar
— Usted fue el primer periodista en tocar la mano del Che luego de ser ejecutado... Sí, además de los combates que presencié, el recuerdo más impactante que tengo fue estrechar la mano del Che Guevara después de muerto. — ¿Cómo llegó hasta el cadáver? Fui el único reportero que cubrió la guerrilla del Che acompañando a las tropas del ejército boliviano. El 8 de octubre de 1967 conocí de primera mano de la captura del Che e informé de la primicia al diario “Presencia” y a radio Fides. Fue la primicia mundial. Al día siguiente lo ejecutan. El cadáver fue trasladado a Vallegrande en helicóptero en una camilla improvisada. Yo, aprovechando que un agente de la CIA rompió el cerco militar, me dirigí al helicóptero. El cadáver estaba cubierto con una cobija y de ella asomaba una mano. Ahí tuve el impulso de tomarla. Aún estaba caliente. Recién había muerto. — ¿Por qué no hay una visión tan crítica del Che? Hay visiones críticas, pero un buen márketing lo convirtió en un mito mundial. Sin embargo, en los últimos años compañeros del propio Che se encargaron de iniciar una desmitificación de él.
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