Cúcuta. En el Catatumbo, la segunda región de Colombia con más cultivos ilícitos, la Fiscalía y la Policía desarticularon una red de narcotraficantes que producía la coca en zona rural del municipio de Tibú (Norte de Santander) y utilizaba una pista aérea del lado de Venezuela de la frontera para hacer los envíos con destino a Centroamérica.
En el procedimiento, las autoridades lograron la captura de siete personas y la recaudación de material probatorio, que evidencia la alianza entre esta estructura criminal y un general venezolano para agilizar el traslado de los cargamentos de la droga en pequeñas aeronaves hacia Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos.
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“Al menos tres de estas naves fueron derribadas en Honduras; otras, se habrían accidentado por sobrepeso. Estos hechos, al parecer, se presentaron entre 2017 y 2018”, precisó la Fiscalía en un comunicado.
El ente acusador pudo establecer por medio de interceptaciones que, durante ese período de tiempo, la estructura criminal adelantó un total de 10 viajes y distribuyó cinco toneladas de estupefacientes, producidas en el corregimiento de La Gabarra, en plena frontera con Venezuela.
Asimismo, esta investigación detectó la existencia de laboratorios, que estaban ubicados en este caserío, con una capacidad de producción entre 500 y 1.000 kilogramos semanales de cocaína.
La comunicación entre instituciones colombianas y centroamericanas pusieron al descubierto que el 14 de septiembre de 2018, entre las ciudades hondureñas de El Progreso y San Pedro Sula, fueron capturadas dos personas de la red criminal quienes portaban 464 kilos de clorhidrato de cocaína. Dicha cantidad era transportada en un camión tipo grúa de placas AAP 0415 por Pablo Montesinos y Francisco Castillo Torres, oriundos de ese país.
Durante las pesquisas, desarrolladas por la Dirección Especializada contra el Crimen Organizado de la Fiscalía, fueron capturados, en julio de 2017, Jesús Alfonso Acosta Guzmán y Jhon Henry Acosta Barreto, quienes movilizaban 350.000 dólares en un vehículo particular provisto de una caleta electrónica. Los hombres fueron detenidos en el occidente de Medellín cuando, al parecer, intentaban llevar el dinero hasta Bogotá.
“Esta suma habría sido recibida en una casa de cambio de la capital antioqueña, siendo esta la manera como la organización criminal intentaba darle apariencia de legalidad a los recursos producto de la actividad ilícita. Un proceso similar se replicaba en Bogotá y Cúcuta. Estas dos personas fueron condenadas por lavado de activos”, precisó el ente acusador.
Los detenidos ya fueron presentados ante un juez de Antioquia, que determinó su reclusión en un centro carcelario bajo los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico y tráfico de estupefacientes agravado. Solo uno de los indiciados aceptó los cargos.