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Caracas, DPA
El Gobierno Venezolano pondrá en marcha un mecanismo para controlar las ventas en los supermercados a través de las huellas dactilares de los compradores, en un intento por mantener el abastecimiento de los mercados, dijo hoy el encargado del proyecto.
El plan está en manos de la Superintendencia de Precios Justos, encabezada por su jefe, Andrés Eloy Méndez, quien lo definió como “un sistema biométrico de abastecimiento en las redes de alimentación públicas y privadas”.
Los sistemas de identificación de huellas ya han sido usados en Venezuela para votar en elecciones y activar mecanismos para obtener divisas dentro del control de cambio vigente desde el 2003.
Méndez dijo que el objetivo del sistema es reducir las reiteradas compras de productos por parte de un mismo usuario, que podrían ser destinados al contrabando o a la economía informal.
El proyecto fue revelado en medio de un continuo desabastecimiento de productos de bienes de consumo masivo en los mercados, que se ha agudizado en el último año, acompañado de una inflación del 60%.
Méndez dijo que la oposición descalifica el proyecto llamándolo “tarjeta de racionamiento”.
“Ellos creen que nos ofenden llamándonos comunistas. No nos ofenden, nuestro proyecto es claramente socialista, chavista. En Venezuela tenemos un grupo de escribidores sin oficio y algunos economistas que yo los catalogo de controlófobos. Le tienen fobia a cualquier control, dicen que no hay que controlar nada”, dijo a la emisora “Unión Radio”.
Agregó que en otros países se aplican controles para alimentos y medicinas “sin ningún complejo”.
Méndez estimó que el sistema biométrico de abastecimiento será instalado en todo el país antes de fin del año. Agregó que ya hay supermercados del sector público que lo utilizan, especialmente en zonas de la frontera con Colombia.
“El sistema servirá para la medición del abastecimiento a nivel nacional. Se trata de establecer parámetros necesarios, no solo en el sistema de alimentación privado, sino en el público. Así logramos proteger a las familias para que hagan sus compras normales. En la medida en que transcurra el tiempo de funcionamiento del sistema vamos a tener más llenos los anaqueles”, aseveró.
Méndez dijo, además, que enfrentará las largas filas de compradores que se forman en los supermercados para pagar y advirtió a los dueños que deben activar todas las cajas que tengan en las tiendas. Señaló que las inspecciones realizadas indicaron que los supermercados tienen cajas que no funcionan y eso provoca las filas de compradores.
El economista y profesor universitario José Guerra, asesor del área de la alianza opositora Mesa de Unidad, calificó la medida como una “locura”.
“La locura que faltaba. El gobierno va a establecer las cajas de un supermercado según sus metros cuadrados. De verdad que esto es demencial. Llamemos las cosas por su nombre. No es una tarjeta de abastecimiento. Es una tarjeta de racionamiento. ¿Si hay abastecimiento para qué tarjeta?”, señaló.