Valparaíso [AFP / EFE]. Violentas manifestaciones y choques con la policía marcaron el domingo el inicio del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en medio de las protestas sociales que han sacudido a Chile desde mediados de octubre.
En calles cercanas a la Quinta Vergara, sede del evento, manifestantes quemaron tres autos particulares y rompieron ventanales del emblemático hotel O’Higgins, mientras la policía usó gases lacrimógenos y carros lanzaagua para dispersar los disturbios.
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El hotel O’Higgins es uno de los más antiguos y elegantes de Viña del Mar. Por años se hospedaron ahí los más importantes artistas que actuaban en el festival y actualmente hospeda a parte del jurado de la competencia internacional, bailarines y profesionales de la prensa.
Decenas de encapuchados lanzaron piedras y rompieron los enormes ventanales del frontis del edificio, tiraron bombas molotov y gases lacrimógenos de la Policía al interior del vestíbulo. También quemaron al menos siete vehículos.
El hecho provocó pánico entre los pasajeros, el personal del hotel y algunos equipos de prensa que cubren el festival. El humo de las bombas lacrimógenas que cayeron el lobby subió a los pisos de arriba provocando la huida de los huéspedes.
Según el corresponsal de Warner Media, Karim Butte, las personas siguieron el enfrentamiento y dejaron el frontis de conocido hotel “destruido”.
“Esto se debería tranquilizar. Nosotros tenemos todos los resguardos”, señaló el gerente del hotel, José Antonio Dávalos, quien mostró su preocupación por el resto de días que queda del festival chileno.
Los manifestantes convocaron a las marchas en redes sociales bajo el lema “SinJusticiaNoHayFestival”, refiriéndose a las protestas que vive Chile desde octubre.
El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, el más importante de América Latina, se estrenó este domingo en medio de violentas protestas.
Armados con piedras, palos y bombas molotov, miles de manifestantes, intentaron protestar en el ingreso a la Quinta Vergara, un parque el que desde hace 61 años se realiza este festival en el balneario de Viña del Mar (unos 120 km al oeste de Santiago).
La policía les cortó el paso con un inédito y fuerte operativo de seguridad que incluyó un helicóptero y un globo con cámaras de vigilancia. Los agentes los repelieron con carros lanza agua y gases lacrimógenos, según constató un periodista de la AFP.
“Vándalos y delincuentes están tratando de hacer daño a cuatro cuadras del ingreso del festival, pero acá todo está tranquilo”, dijo Jorge Martínez, intendente (gobernador) de la región de Valparaíso, al canal de noticias estatal 24 horas.
La protesta fue convocada en el marco del estallido social que tras cuatro meses ha dejado 31 muertos en medio de protestas callejeras, saqueos e incendios del comercio. La protesta, que comenzó por el alza de las tarifas del metro de Santiago, también se extendió al fútbol profesional chileno y ahora a este emblemático festival.
Los manifestantes, al verse contenidos por agentes antidisturbios, atacaron locales comerciales ubicados alrededor del festival
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