A los pocos días del inicio de la guerra Ucrania grandes compañías internacionales anunciaron su salida del mercado ruso.
Entre ellas estaban gigantes como McDonald's, Coca-Cola, Levi's, Adidas, Ikea, Spotify, PayPal, Visa, Mastercard o General Motors.
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A medida que pasaron las semanas y los meses, nuevas firmas se sumaron al éxodo empresarial detonado por el conflicto bélico.
En la actualidad, más de 1.000 firmas extranjeras han retirado, suspendido o reducido voluntariamente sus negocios en Rusia, según una lista de empresas elaborada por el Instituto de Liderazgo Ejecutivo de la Universidad de Yale, donde un grupo de investigadores y colaboradores realiza un seguimiento y actualización permanente de las decisiones que toman las compañías.
Jeffrey Sonnenfeld, líder del proyecto, dice que al menos 400 firmas extranjeras permanecen en el país.
Algunas de ellas son Benetton, Yamaha, Ali Baba, JD, Tencent, Mitsubishi, Emirates Airlines o Lacoste.
“Es una vergüenza que sigan ahí”, critica Sonnenfeld en diálogo con BBC Mundo. “Muchas empresas no están acostumbradas a la transparencia y a rendir cuentas”, agrega.
El investigador dice que cuando iniciaron el trabajo, en apenas una semana recibieron 22 amenazas de abogados corporativos.
“En cada uno de los casos estábamos en lo correcto”, afirma. Y en su propia casa ha tenido que incrementar la seguridad tras recibir amenazas personales.
La lista clasifica a las empresas en cinco categorías que van desde el retiro completo de su negocio en Rusia (consideradas como empresas de categoría A), hasta las que mantienen sus operaciones sin ningún cambio (calificadas como empresas de categoría F).
Las categorías son:
- Retiran sus operaciones
- Suspenden sus operaciones
- Reducen sus operaciones
- Postergan nuevas inversiones
- Mantienen sus negocios sin ningún cambio
En la lista aparecen solo seis empresas de América Latina. Entre ellas, una brasileña, Embraer, que suspendió sus operaciones en Rusia, y cinco grandes empresas mexicanas que tenían operaciones comerciales en el país europeo cuando comenzó la guerra en febrero del año pasado.
Las firmas mexicanas son Gruma, Grupo Bimbo, Nemak, Binbit y Kidzania.
BBC Mundo se puso en contacto con las compañías para confirmar los datos publicados por la Universidad de Yale y obtener más información, pero solo una de las firmas, Grupo Bimbo, hizo llegar una declaración corporativa publicada hace más de un año sobre su situación en Rusia.
“Debido a la actual situación internacional, y en línea con nuestros valores, Grupo Bimbo informa que ha suspendido las ventas de la marca Bimbo en Rusia, así como sus nuevas inversiones de capital y mercadotecnia en aquel país”, dice el comunicado de prensa publicado el 14 de marzo de 2022 y al que la compañía se remitió al ser preguntada por BBC Mundo.
“Seguiremos monitoreando y evaluando la situación”, agrega la declaración.
Según los datos consignados por la universidad, la panificadora mexicana suspendió la venta de productos que llevan la marca Bimbo, tal como lo señala la misma empresa. Sin embargo, sigue operando una planta de Bimbo QSR en Moscú, que le vende productos a otras compañías del sector de alimentación y no al consumidor final.
En su página web, la firma señala que desde 2017 tiene presencia en Rusia con su modelo modelo QSR (Restaurantes de Comida Rápida).
Grupo Bimbo, de la familia Servitje, opera en una treintena de países y es considerada una de las compañías líderes de la panificación en el mundo.
En marzo de 2022 la empresa Nemak, fabricante de autopartes, anunció que detenía la producción en su fábrica de Rusia.
La firma, que generó ingresos por US$3.800 en 2021, tiene más de 23.000 empleados que trabajan en 38 plantas manufactureras en 15 países, según datos publicados por la empresa.
El fabricante mexicano de tortillas Gruma, postergó nuevas inversiones en Rusia, pero ha mantenido operando las plantas que funcionan en ese país, de acuerdo a los datos recopilados por la universidad.
En la página web de la firma, aparecen marcadas en un mapa dos fábricas ubicadas en territorio ruso.
La compañía tiene 73 plantas en más de 110 países. Sus productos son comercializados a través de las marcas Maseca y Mission, y también a través de marcas locales como Guerrero, Robin Hood, Tosty y Juana.
Fundada en 1997 por Xavier López Ancona y un grupo de empresarios mexicanos, Kidzania es una empresa privada dedicada al entretenimiento infantil que opera en 27 lugares alrededor del mundo, según el sitio web de la compañía.
Inicialmente conocida como “La Ciudad de los Niños”, la multinacional salió a conquistar los mercados internacionales a través de la venta de franquicias desde su ingreso a Japón en 2006.
Kidzania, una empresa privada que no cotiza en bolsa, aterrizó en Moscú en enero de 2016, con una inversión estimada en US$30 millones.
El modelo de negocios de la compañía funciona buscando socios comerciales, país por país, para que se conviertan en titulares de una licencia de franquicia y construyan las instalaciones en sus territorios.
La empresa matriz vende la propiedad intelectual, los diseños y el apoyo durante la instalación de la franquicia. Actualmente, dice la empresa, tiene franquicias en 24 instalaciones en 19 países, incluyendo a Rusia.
La empresa ha mantenido abierto su parque infantil en Rusia tras el inicio del conflicto.
Hernan Barbieri, director global de Operaciones de Kidzania, le dijo al diario mexicano Reforma que la operación de las instalaciones en Moscú está a cargo del socio que tiene la franquicia en ese país.
“No es una decisión de nosotros como corporativo. Es una decisión que puede tomar el socio franquiciatario”, declaró el portavoz.
El socio “consideró que es conveniente que los niños de Rusia puedan mantener una opción de entretenimiento en medio de todo el conflicto y la tensión”, agregó.
La Universidad de Yale incluye en la lista de empresas que mantienen sus negocios en Rusia a la compañía mexicana Binbit.
Según los antecedentes que han reunido, la firma continúa anunciando en fuentes rusas locales y, hasta ahora, nunca ha hecho una declaración pública poniendo fin a sus operaciones en el país.
La página web corporativa continúa activa, aunque no hay información actualizada posterior a 2016.
La compañía, que asegura dedicarse la venta de servicios de entretenimiento para teléfonos celulares, informa que tiene asociaciones con 77 operadores móviles, negocios en más de 50 países y una tasa de crecimiento de 1.898% desde 2006.
De acuerdo a información publicada en LinkedIn, Elizabeth Suess Dávila, es la directora ejecutiva de la compañía desde junio de 2020.
El fundador y director de la compañía, Antoni Muntaner Perello, le dijo a BBC Mundo por correo electrónico: “Actualmente la sociedad está en proceso de cierre”.
Binbit International Limited fue incluida dentro de las compañías denunciadas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en el caso conocido como los “Panama Papers” en 2016.
El caso fue una enorme filtración de documentos confidenciales que reveló cómo el estudio de abogados Mossack Fonseca ayudó a sus clientes a ocultar dinero en paraísos fiscales.
En dichos documentos Binbit aparece registrada en Seychelles.
Mientras el investigador Sonnenfeld argumenta que el éxodo de empresas internacionales ha sido un duro golpe para la economía rusa, el presidente Vladimir Putin insiste en que no ha afectado al país.
Y no solo eso. En febrero dijo que la partida de empresas extranjeras beneficiaría a las compañías rusas.
“Hoy muchas de ellas, bajo la presión de sus gobiernos, se están yendo de nuestro mercado. Todo lo mejor para ellas”, señaló el mandatario, haciendo un gesto de despedida.
Pocos días después de que comenzaran los bombardeos rusos en territorio ucraniano, el presidente Andrés Manuel López Obrador, AMLO, declaró que México no impondría sanciones a Rusia.
“Nosotros no vamos a tomar ninguna represalia de tipo económico porque queremos mantener buenas relaciones con todos los gobiernos del mundo”, afirmó.
Con el paso del tiempo, el mandatario declaró que México “no acepta que un país invada a otro” y que su gobierno es partidario del diálogo, evitando referirse directamente a la campaña del gobierno ruso en Ucrania.
“No califico a nadie, no es la política de México insultar a nadie, a ningún pueblo y a ningún gobierno extranjero”.
Pese a que AMLO ha intentado mantenerse al margen de hacer declaraciones directas sobre el conflicto, unas palabras criticando al gobierno alemán por el envío de tanques a Ucrania, le abrieron el camino al Kremlin para mostrar a México como un aliado.
“Agradecemos a @lopezobradorpor su posición abierta y clara sobre el suministro de tanques alemanes al territorio de Ucrania”, manifestó la embajada rusa en México en sus redes sociales.
Recientemente, el presidente Putin elogió la política exterior de AMLO. “Valoramos los enfoques equilibrados de México”, dijo al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador mexicano en Rusia.
El principal socio comercial de México es Estados Unidos y nivel de intercambio comercial con Rusia es bastante reducido en relación a otros países.
México importa más productos que los que exporta a Rusia, lo que resultó en una balance comercial neto negativo para la economía mexicana de -US$2,206 millones en 2022.
El balance comercial corresponde a la diferencia de exportaciones e importaciones entre ambos países.
Las exportaciones de México a Rusia llegaron a los US$122 millones en 2022. “Es el nivel más bajo desde 2009”, le dice a BBC Mundo Elijah Oliveros-Rosen, economista senior de la división Latin America Global Economics & Research, de la consultora S&P Global Ratings.
¿Qué productos comercializan ambos países? México le vende a Rusia principalmente partes y accesorios de vehículos, mientras que importa una serie de productos que pertenecen a las siguientes categorías: productos intermedios de hierro o acero sin alear, aluminio en bruto, abonos minerales o químicos nitrogenados y abonos con elementos fertilizantes.
A fines del año pasado se produjo un cambio, cuando el producto más importado desde Rusia fue el trigo y el morcajo (una mezcla de harinas de trigo y centeno).
En total, las importaciones desde Moscú, llegaron a los US$2,328 millones en 2022. Oliveros-Rosen explica que ese nivel se ha mantenido alto porque “han subido los precios de los commodities”.
“Ese factor esconde una probable caída en volúmenes de importaciones desde Rusia”, agrega.
Desde la perspectiva de la inversión extranjera rusa en el país, esta llegó a los US$2,3 millones en 2022 según las cifras oficiales.
“Es una porción muy pequeña respecto a toda la inversión que recibió el país”, dice Renzo Merino, analista senior de la consultora Moody's Investors Service.
También es mínima la participación de Rusia en el total de exportaciones mexicanas (0,02%), así como la participación de Rusia en el total de importaciones (0,39%).
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