Las protestas palestinas volvieron hoy a la línea divisoria entre Israel y Gaza, lo que terminó con 41 heridos de bala en la Franja, entre ellos dos menores en estado crítico, y un policía de frontera israelí por disparos desde el enclave, informaron fuentes oficiales.
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Se trata de la primera convocatoria en la zona desde 2019, cuando se celebraban semanalmente las llamadas Marchas de Retorno, y el Ejército israelí respondió con medios de dispersión, incluida munición real, ante los sabotaje a la valla y un intento de robo de un arma de un soldado israelí.
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El Ministerio de Sanidad palestino en Gaza detalló que entre los heridos hay 15 menores, uno de 13 años en estado grave por un disparo en la cabeza y otro, de 14 años, por una bala en el cuello.
El Ejército anunció por la tarde que sus fuerzas estaban desplazadas a lo largo de la valla divisoria preparadas para utilizar “medios de dispersión antidisturbios y, si es necesario, rondas de calibre”.
“Durante los disturbios, varios alborotadores intentaron robar el arma de un soldado”, añadió el Ejército en un comunicado, y explicó que un agente de la Policía de Frontera, cuerpo militarizado, se encuentra hospitalizado por disparos desde el enclave.
Las facciones palestinas de la Franja, lideradas por el movimiento islamista Hamás, convocaron esta protesta en el 52º aniversario del incendio provocado por un turista cristiano australiano en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, que destruyó las partes más antiguas del templo.
Jalil al Hayah, líder de Hamás en Gaza, dijo a los periodistas que su movimiento continuará defendiendo la mezquita y continuará su lucha para poner fin al bloqueo israelí impuesto en la Franja desde 2007, cuando el movimiento islamista se hizo con el control del enclave.
Los enfrentamientos de hoy son los más violentos desde las conocidas como Marchas del Retorno de 2018, que se repitieron cada viernes durante más de un año en esta zona fronteriza, y en las que murieron 273 palestinos y más de 16.000 quedaron heridos.
Estas convocatorias terminaron en 2019 después de que Egipto, Catar y las Naciones Unidas mediaran en un entendimiento entre Israel y Hamás con el compromiso de relajar el bloqueo de Gaza.
Las protestas coinciden además con las negociaciones para consolidar la tregua de mayo que puso fin a la peor escalada bélica entre Israel y las milicias palestinas desde 2014 y a la espera de la entrega de dinero de Catar a través de un nuevo mecanismo con la ONU.
La transferencia de estos fondos cataríes ha sido uno de los obstáculos en las negociaciones, ya que Israel pedía la implicación de la Autoridad Nacional Palestina y garantías para que el dinero en efectivo llegara a los beneficiarios sin pasar por Hamás.
Un comité catarí anunció ayer que, tras el acuerdo, los fondos se entregarán a finales de agosto, y su distribución comenzará durante el mes de septiembre.
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