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Teherán (EFE)
Irán ha pospuesto unos días la ejecución de Reihané Yabarí, una joven de 26 años condenada a la horca por haber matado al hombre que intentaba violarla, en un juicio que organizaciones defensoras de los derechos humanos consideraron viciado, informó hoy su familia.
“El domingo nos enteramos de que la habían trasladado de prisión y la iban a ahorcar el lunes. Afortunadamente, el señor (Mostafa) Purmohamadí (fiscal general y ministro de Justicia de Irán) ha logrado obtener un aplazamiento de diez días, pero que no es renovable. Quedan ocho días para que la maten”, declaró a Efe desesperada y llorando la actriz Shole Pakravan, madre de Yabarí.
El retraso del ahorcamiento tiene lugar después de que varias campañas internacionales, apoyadas por organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), presionasen para que no se llevase a cabo, por las dudas sobre las garantías y limpieza del juicio.
“Me enteré de que iban a ahorcarla porque me llamó. Su expediente no había llegado a la Fiscalía. Si no es por la llamada que me hizo, mi hija estaría ahora muerta”, lamentó Pakravan.
“La campaña de apoyo” y la manifestación que se produjo a las afueras de la prisión “tuvo mucha influencia. Si mucha gente pide que le devuelvan la vida, aunque (las autoridades) sean de piedra, su corazón puede ablandarse”, dijo, esperanzada.
El domingo, Yabarí, que lleva siete años y medio en prisión, llamó a su madre y le dijo: “adiós, mamá, mañana de madrugada se acabarán todos los dolores. Siento no haber podido aliviar tu dolor. En el otro mundo te veré y jamás me separaré de ti”.
Las autoridades penitenciarias confirmaron a la madre que su hija sería ejecutada y le pidieron que acudiese el lunes a retirar su cadáver.
Sin embargo, la ejecución no se llevó a cabo y la joven ha sido devuelta de la cárcel de Rajaishahr, en la localidad de Karaj (al oeste de Teherán) y donde iba a ser ahorcada, a su celda en la prisión de Gharchack, en el sur de la ciudad.
Yabarí fue condenada a muerte en 2009 según la “quesas” (ley islámica de “retribución” que exige el pago de sangre con sangre), tras ser hallada culpable de matar al médico Morteza Abdolalí Sarbandí.
Según su versión, Sarbandí la contrató para ayudarle a decorar su oficina y la llevó a un edificio donde trató de violarla, ante lo que ella se defendió con un pequeño cuchillo con el que le hirió en un hombro pero que no le mató, algo que debió hacer una tercera persona.
HRW instó hoy a las autoridades judiciales iraníes a revocar la pena de muerte y garantizar un juicio justo a Yabarí.
Según un informe de Amnistía Internacional, Irán es, con 369 ejecuciones, el país que más condenados mató el año pasado después de China.