Tel Aviv
La polémica sobre la expropiación israelí de 400 hectáreas de terrenos en Cisjordania continúa. Esto entorpecería la negociación de paz con los palestinos en torno a la franja de Gaza, tras más de 50 días de conflicto bélico.
La novedad es que no solo la comunidad internacional se ha pronunciado en contra, sino también dos ministros del gabinete israelí. “Esta decisión perjudica al Estado de Israel”, apuntó Yair Lapid, ministro de Finanzas.
“Ya es complicado mantener el apoyo del resto de países. “Entonces, ¿qué prisa hay de suscitar una crisis con Estados Unidos y el resto del mundo?”, inquirió Lapid.
Para la titular de Justicia, Tzipi Livni, “la expropiación solo debilita a Israel y afecta su seguridad”. Ella hizo énfasis en que la relación con EE.UU. puede ponerse más tensa.
LA UNIÓN EUROPEA SE SUMA
La Unión Europea (UE) también condenó la expropiación y ha pedido al Gobierno Israelí que dé marcha atrás.
“Condenamos la nueva apropiación de tierras en Cisjordania, en relación con los planes para una mayor expansión de los asentamientos anunciada por el Gobierno Israelí”, recalcó un portavoz de la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton.
“Los asentamientos son ilegales según el derecho internacional, constituyen un obstáculo para la paz y amenazan con hacer que la solución de dos Estados sea imposible”, destacó el portavoz.
“En este momento tan delicado, cualquier acción que pueda socavar la estabilidad y la perspectiva de (establecer) negociaciones constructivas después del alto el fuego en Gaza debe ser evitada”, añadió.