Moscú. El ministerio de Defensa de Rusia anunció hoy que su aviación destruyó las posiciones de los terroristas que supuestamente lanzaron anoche un ataque químico contra barrios residenciales en la ciudad siria de Alepo.
“La aviación rusa bombardeó las posiciones de artillería de los terroristas desde las que el 24 de noviembre se atacó a la población de Alepo con armas químicas”, informó Ígor Konashenko, portavoz castrense.
El general, que confirmó horas antes el ataque químico contra Alepo en un comunicado, explicó que “todos los objetivos” terroristas fueron completamente “destruidos” en el ataque.
Además, precisó que la parte turca fue advertida con antelación de los planes de la aviación rusa.
Konashenkov advirtió también de que las fuerzas especiales rusas hallaron piezas de artillería en la zona de distensión de Idlib con las que fue atacada Alepo y denunció que los terroristas se disponían a realizar un nuevo ataque con armas químicas.
Previamente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que aviones de combate, sin especificar su origen, martillearon varios puntos de las afueras de Alepo, el primer bombardeo en la zona desmilitarizada desde el acuerdo ruso-turco del 17 de setiembre.
Al menos 107 civiles fueron hospitalizados la noche del sábado con síntomas de intoxicación, según fuentes médicas citadas por la televisión pública y por la agencia oficial SANA.
Según los cálculos del Observatorio Sirio, 94 personas necesitaron atención médica y 31 de ellas permanecen hospitalizadas por los efectos del gas.
Según el Ejército ruso, el ataque fue lanzado en la tarde del sábado con morteros de 120 milímetros de calibre desde las afueras de la ciudad de Al Buraikat, una zona controlada por el Organismo de Liberación del Levante, ex filial siria de Al Qaeda, anteriormente llamado Frente al Nusra.
La ciudad de Alepo está a pocos kilómetros de la zona desmilitarizada acordada entre Rusia y Turquía, que separa las tropas gubernamentales y las rebeldes en la provincia de Idlib y sus alrededores. Fuente: EFE