Alepo, agencias
Las altas temperaturas y el elevado costo de entrada a una piscina han hecho que los niños sirios de la ciudad de Alepo encuentren la forma refrescarse en los tiempos duros de la interminable guerra civil. El pasatiempo les hace caer en la cuenta de que todavpia se puede reír.
Un cráter provocado por un bombardeo del gobierno Bashar Al Assad, en un intento de combatir a los rebeldes que controlan la ciudad, se ha convertido en poza de diversión para los pequeños.
Un niño relata que el calor es insoportable y que por ello que no tienen otra opción que zambullirse entre las aguas marrones empozadas en medio de los edificios destruidos.
“En el pasado solíamos nadar en las piscinas de la ciudad. Ahora Al Asad nos bombardea con barriles explosivos y sus cráteres se convierten en piscinas. Hace mucho calor y no podemos dormir durante el día o por la noche”, dice el pequeño.
En ciudades como Alepo, tomadas por los grupos rebeldes, los servicios básicos como el agua y la luz son un recuerdo que resulta lejano.
El agua que corre por las calles salpicadas de cráteres es de los sistemas de alcantarillado que han sido afectados por las explosiones.