Nueva York (DPA)
Siria registró pérdidas económicas de casi 144.000 millones de dólares a causa de la masiva desindustrialización, el cierre de negocios y la huida de capitales, así como los saqueos y daños ocurridos desde que estalló la guerra civil en el 2011, según un informe dado a conocer por la ONU.
El informe realizado de manera conjunta por el Centro Sirio para la Investigación Política y las Naciones Unidas describe que la economía siria está “destruida”, su sistema de asistencia sanitaria “en ruinas” y las instalaciones educativas “tambaleantes”.
“A fines del 2013, las pérdidas económicas totales desde el inicio del conflicto fueron estimadas en 143.800 millones de dólares, lo que es el equivalente a 276% del Producto Bruto Interno del 2010”, señala el texto.
Al terminar el año pasado, tres de cada cuatro sirios vivían en la pobreza, con más de la mitad de sus 20 millones de habitantes viviendo en la extrema pobreza, señala el informe. Siria cayó del grupo de naciones con ingresos “medios” al grupo de “bajo desarrollo humano”, sobre todo por lo perdido en materia de educación, salud e ingresos.
“La incidencia de la pobreza en Siria alcanzó ahora niveles catastróficos con la gran mayoría de los sirios buscando mantener los medios básicos de subsistencia, cosa que muchos ya no pueden hacer”, señala el texto.
Los precios de los productos básicos se dispararon. El costo de una canasta familiar básica, con yogurt, queso y huevos, aumentó un 360%, mientras que los alimentos en general y el combustible subió un 300%.
Unos 2,67 millones de personas, casi la mitad de la fuerza laboral de cinco millones, están desempleados.
La deuda pública continuó creciendo en el 2013, dado que el régimen del presidente Bashar al Asad importó petróleo y otros elementos básicos. El informe señala que la mayor parte de la deuda provino de préstamos extranjeros, sobre todo de Irán.