El tablero del Medio Oriente se vuelve a sacudir. Pese a las críticas y reparos de las grandes potencias, Turquía inició el pasado 9 de octubre una incursión militar en el norte de Siria que ya está dejando miles de desplazados y decenas de muertos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, insiste en justificar la operación, mientras que Estados Unidos es criticado por haberle dado luz verde para atacar a los kurdos de Siria, que fueron fundamentales en derrotar a los yihadistas del Estado Islámico. El temor de que este grupo se reacomode es latente, mientras que se avizora un conflicto que puede traer serias consecuencias.
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1.- ¿Por qué se inició la ofensiva?
Tres días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el retiro de las tropas de su país del norte de Siria, le dejó el terreno libre a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan para iniciar una ofensiva militar contra la milicia kurdosiria de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), que son consideradas terroristas por Turquía debido a sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), quienes están enfrentados al Estado turco desde hace décadas por la reivindicación de los kurdos en el país.
2.- ¿Por qué hay preocupación mundial por estos ataques?
La YPG ha formado parte de las Fuerzas Democráticas Sirias, una alianza kurdo-árabe que fue clave en la derrota de la organización yihadista Estado Islámico (EI), que se había expandido en los últimos años entre Siria e Iraq. Los aliados occidentales, sobre todo Estados Unidos, trabajaron junto a la YPG en la guerra contra los extremistas, a quienes poco a poco les fueron arrebatando territorio. Ahora, los kurdosirios se sienten traicionados por los norteamericanos y existe el temor de que se despierten células dormidas del EI y que los más de 12 mil prisioneros terminen fugando. Además hay unos 70 mil familiares de los yihadistas en diversos campos de refugiados, y desde la incursión muchos ya han empezado a huir hacia territorio turco.
3.- ¿Qué busca Erdogan?
El presidente turco ha justificado la ofensiva señalando que quiere “evitar un corredor terrorista” en la frontera, en referencia a la milicia kurda YPG. “La operación continuará mientras la amenaza terrorista no sea eliminada. Proseguirá hasta que cumplamos plenamente los objetivos que nos hemos planteado”, ha dicho hoy durante la VII cumbre de países turcomanos.
En el inicio de las operaciones militares, Erdogan anunció que busca crear “una zona segura” de 30 kilómetros de ancho por 450 kilómetros de largo, y quiere enviar ahí a los 3 millones de refugiados sirios que están en Turquía, la mayoría musulmanes sunitas. Sin embargo, los analistas aseguran que el presidente turco busca formar una especie de barrera con población árabe -que serían los refugiados sirios- en la zona para mantener a distancia a los kurdos.
4.- ¿Hay riesgo de un nuevo conflicto étnico?
La incursión turca está generando nuevos dolores de cabeza en el Medio Oriente, una de las zonas más convulsas del mundo. Los kurdosirios ya han pedido ayuda al cuestionado presidente sirio, Bashar al Assad, que tiene el apoyo de Rusia. Durante el fin de semana, los kurdos anunciaron que habían llegado a un acuerdo con el Gobierno Sirio para que las fuerzas militares ingresen a territorio kurdo y los apoyen en la ofensiva turca, pese a que los kurdos habían logrado cierta autonomía en el territorio del Kurdistán sirio. Al mismo tiempo, Erdogan está utilizando combatientes de las milicias sirias opuestas al régimen de Al Assad para enfrentarse a los kurdos.
Como muestra del involucramiento de los soldados sirios, ayer militares del régimen de Al Assad tomaron 1.030 kilómetros cuadrados en torno a la ciudad de Manbech, una ciudad clave en el norte de Siria, donde ya están patrullando también soldados rusos.