La combinación del yoga y la cerveza es la última tendencia en los bares de Londres (Inglaterra), donde los participantes utilizan latas y jarras con la bebida para mantener el equilibrio.
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Guzel Mursalimova, profesora de yoga, dice que esta modalidad puede animar a muchas personas a practicar esta actividad. “Pensamos que esta nueva versión puede resultar atractiva para quienes jamás lo han intentado”, explicó.La idea es que el alcohol permita que los asistentes estén más relajados, aunque los ejercicios son más complicados de lo que parece.“Creo que hay que concentrarse para dar un trago a la cerveza, puede ser más difícil de lo normal, pero estuvo bien, fue genial”, comenta una de las participantes. Una hora de sesión costará 12 libras o 13 euros, pero la esterilla de yoga y la jarra de cerveza están incluidas.
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