En pocos días, los brasileños van a celebrar 199 años de vida independiente. Las independencias de nuestros países fueron casi coincidentes: 1821 para el Perú, 1822 para Brasil. En el marco de estas importantes celebraciones, me despido de este querido país y de su acogedor y hermoso pueblo, que me recibió como uno de los suyos desde que llegué aquí en noviembre del 2018.
Las relaciones entre Brasil y el Perú tienen carácter estratégico y se basan en valores e intereses compartidos en un espacio fronterizo con amplio potencial de cooperación. Si la geografía es un destino, ambos países están destinados a tener una fuerte relación. Compartimos cerca de 3.000 kilómetros de frontera, la más grande del Perú y la segunda más grande de Brasil. He vivido en Lima tiempos muy dinámicos. Entre las numerosas delegaciones brasileñas que han estado aquí, cumple resaltar la del vicepresidente de la República, gobernadores y parlamentarios de estados de la región norte de Brasil. La amplia frontera amazónica que compartimos nos ofrece valiosas oportunidades. Estuve en Madre de Dios, Ucayali y Loreto, y pude constatar el gran potencial de integración y desarrollo que puede convertirse en acciones concretas en beneficio de las poblaciones fronterizas.
Podemos utilizar cada vez más la Carretera Interoceánica, por donde transita un volumen creciente de nuestro intercambio comercial. Brasil es un de los principales socios comerciales del Perú, pero podemos hacer más aun con la apertura de mercado para varios productos agropecuarios. Somos también uno de los mayores inversionistas extranjeros en el Perú, contribuyendo para la generación de empleo, renta y competitividad. El Acuerdo de Ampliación Económico-Comercial, firmado en el 2016 y ya ratificado por el Brasil, contiene aspectos sobre servicios, inversiones y compras gubernamentales, y puede abrir camino para asociaciones nuevas y mutuamente beneficiosas.
El Perú ha despertado y seguirá despertando particular interés de mis compatriotas. Cerca de 170 mil brasileños estuvieron aquí en el 2019. Estoy convencido de que tan pronto las restricciones a la entrada de los brasileños sean eliminadas, los turistas volverán en gran número al Perú para disfrutar la maravillosa gastronomía y sus riquísimos tesoros naturales y arqueológicos.
Con la eclosión de la pandemia, estuvimos en un primer momento involucrados con la compleja y urgente tarea de repatriación, llevando de regreso a Brasil a más de 2.000 compatriotas. Pero la crisis sanitaria también abrió camino para el fortalecimiento del pilar de la salud en nuestra multifacética agenda de cooperación. Brasil ha donado al Perú 330 respiradores y 50.000 pruebas de descarte del COVID-19. Asimismo, Brasil empezará muy pronto a producir vacunas con componentes exclusivamente nacionales y podremos sumar renovados esfuerzos para combatir esta pandemia que golpeó duramente a nuestros países.
Somos vecinos y amigos que ya se conocen muy bien y que pueden conocerse más y mejor. Vamos a seguir actuando juntos en beneficio de nuestros pueblos. Parto con el sentimiento de misión cumplida y quisiera saludar a todos los amigos, colegas y colaboradores, brasileños y peruanos, que me ayudaron, directa o indirectamente, a cumplir con mis funciones como embajador de Brasil en el Perú.
No puedo dejar de dirigir mis últimas palabras a los miles de brasileños que viven en el Perú. Hemos dedicado muchas de nuestras energías a la mejora y modernización de los servicios consulares de la embajada y esperamos haberles brindado los servicios que merecen. A los 199 años de nuestra independencia, los felicito muchísimo y dejo aquí un mensaje de esperanza y optimismo para que sepan que pueden contar con mi entusiasmo –ahora en Moscú, mi próximo destino– en pro de la amistad y la cooperación entre brasileños y peruanos.