La conveniencia de permitir que los parlamentarios busquen reelegirse de forma inmediata ha estado en discusión desde hace mucho. Sin embargo, recién se decidió por prohibirlo en el referéndum impulsados por Martín Vizcarra durante su mandato. En el Cara y Sello de hoy, los abogados Omar Cairo y Milagros Campos opinan sobre la pertinencia de la medida.
La prohibición de la reelección hoy, por Omar Cairo
“La reelección debilitó gravemente a nuestra democracia”.
En el referéndum realizado el 9 de diciembre del 2018, una abrumadora mayoría de peruanos ratificó la reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de los congresistas (artículo 90-A de la Constitución). Aunque en otros países se permite a los parlamentarios postular en las elecciones para un período inmediatamente posterior, el proceso político de los recientes 30 años en el Perú ha demostrado que esta reelección debilitó gravemente a nuestra democracia constitucional.
Desde uno o más partidos o movimientos, con propuestas programáticas o sin ellas, distintos miembros de nuestra clase política accedieron al Congreso para iniciar –con tres reelecciones de por medio– trayectorias parlamentarias de, aproximadamente, 15 años de duración. Si no se hubiera producido la disolución constitucional del Congreso el 30 de setiembre del 2019, algunos de estos representantes habrían podido completar 20 años ininterrumpidos en el cargo.
Sin embargo, durante todo ese tiempo fueron protagonistas del desprestigio más intenso sufrido por el Parlamento peruano en toda su historia. Un caso puede simbolizar esta crisis. El año 2001, mediante el juicio político previsto en los artículos 99 y 100 de la Constitución, una congresista fue destituida e inhabilitada para el ejercicio de la función pública por cinco años. Pero esa sanción (por haber infringido la Constitución) no terminó con su carrera parlamentaria. Fue solo un nuevo punto de partida. Transcurrido el plazo de la inhabilitación, se presentó a las elecciones congresales del 2011 y fue nuevamente elegida. Sorprendentemente, su presencia en el Congreso se extendió aun más porque en el 2016 postuló exitosamente a la reelección.
Lamentablemente, su experiencia en el cargo les permitió a los congresistas adquirir la destreza necesaria para el uso de la plataforma parlamentaria con vistas a su reelección (mediante intervenciones estridentes sin sustento técnico, o con propuestas de proyectos de ley constitucionalmente inviables sobre cuestiones sensibles para la población). Al mismo tiempo, el ejercicio de su función de representación política (legislando, fiscalizando y participando en el gobierno interno del Congreso) decepcionaba crecientemente a la ciudadanía. Ese fue el resultado de la reelección parlamentaria inmediata. Por eso, movilizado por la necesidad de un cambio trascendente, el pueblo peruano respaldó la reforma constitucional que la prohíbe.
La reelección de los congresistas para un período posterior no es esencialmente contraria al sistema democrático. Es solo una opción constitucional que puede ser adoptada o no en un país determinado. El Perú ha decidido no hacerlo.
Cuando los congresistas peruanos comprendan que legislar, fiscalizar y gobernar el Parlamento es más importante que lograr permanecer dos o más períodos en el cargo, su trabajo será favorablemente valorado. Quizá entonces la ciudadanía reclame una reforma constitucional que permita su reelección inmediata. Hasta ese momento, la mejor opción para resolver la crisis institucional en la que se encuentra el Congreso es la prohibición constitucional de esta reelección.
Reelección parlamentaria, por Milagros Campos*
“La reelección tiene múltiples beneficios para el sistema político”.
Como todos los elementos del sistema electoral, la decisión sobre la reelección parlamentaria en el sistema político debe responder a un diagnóstico así como a objetivos concretos. En relación a lo primero, la tasa de reelección en Perú ha sido históricamente baja comparada con otros países de la región y Estados Unidos. Desde el año 1939 ha sido de 19% y desde el 2001, 22% en promedio. De manera que los congresos se han caracterizado por una alta renovación de sus miembros. Por ello, generalmente se muestra al Perú entre los países cuyos legisladores tienen menor experiencia en promedio, tanto política como parlamentaria. La causa de ello está relacionada con la crisis de representación pues también alcanzó a una importante rotación en los partidos con representación parlamentaria.
La prohibición de reelección parlamentaria inmediata no es parte de la Constitución histórica pues la tradición constitucional ha sido la reelección sin límites. En la región, solo Costa Rica la prohíbe y México la eliminó recientemente.
En cuanto a los objetivos, se trata de lograr gobernabilidad democrática mediante un adecuado balance entre control político y colaboración entre los actores. En ese sentido, la reelección parlamentaria tiene múltiples beneficios para el sistema político: en primer lugar, el sistema se fortalece cuando los políticos y los partidos pueden ser responsables frente a la ciudadanía por su gestión, pues el voto premia la buena gestión y castiga la que se percibe como insatisfactoria. Así, la reelección brinda incentivos para una mejor gestión y facilita la rendición de cuentas. En segundo lugar, favorece la carrera política y la profesionalización en el cargo. Los estudios muestran que los políticos con experiencia se relacionan mejor con los electores, facilitan la negociación y la formación de acuerdos con otras fuerzas políticas, incluyendo al gobierno, desarrollando así una mayor colaboración entre poderes. En tercer lugar, la reelección parlamentaria fortalece al Poder Legislativo ya que, como señala la Comisión de Venecia, un congreso cuyos miembros son más experimentados está en mejores condiciones de ejercer su función de control político, conoce las reglas y adquiere mayores habilidades en la calidad de las leyes. Adicionalmente, como consecuencia, se logra una asesoría parlamentaria más especializada y con menor rotación.
Por estas razones, la Comisión de Estudio de las Bases de la Reforma Constitucional propuso mantener la reelección indefinida, pues los parlamentarios no manejan recursos públicos. Consideraron que ello permite combinar la experiencia con la renovación en beneficio del país. La Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política en el año 2019 recomendó evaluar la reimplantación de la reelección parlamentaria para un mejor funcionamiento del Congreso, dejando la decisión de la reelección en manos de los electores. Recomendó asimismo, el restablecimiento de la reelección inmediata de gobernadores y alcaldes, por solo un periodo consecutivo, para permitir la continuidad de buenas gestiones. Evidentemente ninguna reforma aislada trae como consecuencia mejor representación, legislación o un control político eficiente, pero la reelección parlamentaria contribuye al objetivo señalado: la gobernabilidad democrática.
*Formó parte de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política