Es absurdo hablar de concentración de medios en el Perú cuando existen más de 60 periódicos, decenas de canales de televisión, radios y una infinidad de espacios digitales que los ciudadanos libremente escogen todos los días para informarse. De hecho, mientras se ha discutido el Caso Epensa han aparecido no solo nuevos medios sino nuevos formatos como podcasts, transmisiones en vivo a través de redes sociales y canales de You Tube de enorme éxito que ahora son parte de la rutina informativa de millones de personas.
Si hablamos del mercado de la prensa escrita, no hay barreras de entrada y no existe restricción alguna para crear nuevos diarios o revistas, ya sea impresos o digitales. Por lo tanto, si algo concentran los medios del Grupo El Comercio o los medios en general es la preferencia de sus audiencias. Cuestionar contenidos y líneas editoriales es válido y es el público con sus opiniones quienes juzgan y deciden libremente seguir o no a un medio de comunicación. Esa es la clave de este asunto: el derecho a elegir.
Desde El Comercio nos sentimos profundamente agradecidos con los 2,6 millones de usuarios que llegan diariamente a nuestra web y nos permiten ser el líder digital en el Perú tal como lo anunció esta semana el “Digital News Report” del Instituto Reuters, el informe más importante sobre tendencias y consumo de periodismo en el mundo. Este logro es particularmente especial porque elcomercio.pe no es un sitio completamente abierto a diferencia de nuestros competidores más cercanos. Nosotros tenemos un muro de registro y contenido exclusivo para sunoscriptores. Como muestra, el 6 de junio, día de la segunda vuelta, elcomercio.pe recibió 2 millones de visitas y quien ocupó el segundo lugar 925 mil, según Similar Web Perú. Ese día, como todos los días, los lectores hicieron uso de su derecho a elegir.
Seamos claros. Acá se ha emprendido una campaña mediática y legal contra el Grupo El Comercio por una compra que no salió como quiso una de las partes interesadas. Un asunto empresarial derivó en una falsa batalla por la libertad de expresión confundiendo a la opinión pública con términos como ‘monopolio’, ‘acaparamiento’ y ‘concentración’ que no aplican en este caso. Pero lo más grave es que se puso en bandeja posibles controles legales a la propiedad de los medios, algo que ya se hizo en otros países con resultados nefastos.
Ayer, luego de 8 años y en un contexto político digno de sospecha, un juez que tiene en trámite 20 procesos disciplinarios y ha tenido 254 procesos de investigación por conducta funcional, declaró fundada una demanda de amparo y en consecuencia declaró nulo el contrato de compraventa del 54% de Epensa a favor de la Empresa Editora El Comercio. Un fallo que en la práctica es inaplicable y que limita el derecho de elegir de cada persona. Quien lo tome como un triunfo tiene también todo el derecho de engañarse a sí mismo.