En esta edición del programa Cara y Sello, el periodista Gonzalo Ramírez de la Torre y el analista político José Carlos Requena, debaten sobre el problema actual que existe desde hace varios periodos de Gobierno con la alta rotación de ministros y cómo evitar que esta situación se siga dando.
Abrimos la discusión analizando el impacto que genera este constante cambio en los ministerios. Para ello, el periodista Ramírez de la Torre se remitió al gobierno de Pedro Castillo como el mayor ejemplo de descontrol en términos de continuidad en el gabinete.
Para el periodista, el cambio frecuente de las cabezas de los ministerios generaba una inestabilidad constante, especialmente por el tiempo perdido en términos de gestión pública que ello implica.
El analista Requena concordó con que el peor ejemplo se vivió durante la gestión de Castillo, sin embargo, apuntó a que esta crisis de los gabinetes la estamos viviendo en realidad desde el 2016. Ahora se ha vuelto generalidad. El gobierno actual, presidido por Dina Boluarte, cuenta con sectores que han tenido ya hasta tres cabezas distintas.
¿Cómo asegurar la estabilidad de los ministros?
Ramírez de la Torre recalcó lo importante de seleccionar personas con una sólida trayectoria para ocupar los cargos. “Si es una persona con antecedentes cuestionables, como está sucediendo con el ministro de Trabajo por el plagio en su tesis, se vuelve frágil para el puesto”, señaló el periodista y recalcó la importancia de escoger gente sin mucha controversia, para garantizar ministerios duraderos y sólidos, pues hoy vemos a muchos ministros que parecen estar ahí más bien como fusibles o kamikazes. Balas para quemar ante cualquier crisis política y aligerarle la carga directa a la presidencia.
¿Necesitamos ministros más técnicos y menos políticos?
“Necesitamos gente que haga su trabajo, con una mochila sin tantos pasivos, sin generar controversias, sin pelearse, y que no sean simplemente una cuota de favores entre fuerzas políticas”, señaló Ramírez de la Torre.
Por su parte, el analista Requena resaltó que un ministro debe tener la confianza del presidente y, aún más importante, contar con la trayectoria profesional, sea técnica o política. Recordó que, en gobiernos anteriores, ha habido ministros ejemplares que no contaban con experiencia previa en el sector que lideraban, pero que hicieron un excelente trabajo gracias a su carácter y fortalezas políticas. Es el caso de Aurelio Loret de Mola durante el gobierno de Alejandro Toledo o de José Elice durante el gobierno de Francisco Sagasti. Entonces, hay gente que hace bien su trabajo por cumplir con criterios técnicos, pero también quienes cumplen con trayectoria política, especialmente en los ministerios más complicados.
¿Cuál es el sector más golpeado por el cambio constante de ministros? ¿Cómo se ve esto reflejado en aspecto social y económico?
Si bien el ministerio de Economía no ha sido de los que más cambios ha sufrido, el periodista Ramírez de la Torre apuntó a que un cambio en este sector es siempre delicado y tiene un efecto de percepción de inestabilidad y desconfianza en la población. Y este efecto se siente en las inversiones, pero también en la calle.
Requena, por su parte apuntó que no podría decir cuál fue el ministro de Economía de Pedro Castillo, por ejemplo, cuando en gobiernos anteriores era muy fácil identificar quién estaba al mando de tan importante cartera durante toda la gestión. Otro sector que ha sido muy golpeado desde la gestión de Castillo, apunta Requena es el Interior. Y, en general, la figura de los ministros sufrió un deterioro significativo durante su gestión debido a elecciones “simbólicas” antes que técnicas o políticas.
“No puedes nombrar a un ministro por una cuestión simbólica. Esa es una creencia que le hace mucho daño al país, y está aún presente sobre todo en los grupos de izquierda”, apuntó el analista político.
Sobre estas elecciones “simbólicas”, el periodista Ramírez de la Torre apostó por llamarlas “armamentización” de los ministerios, y puso por ejemplo la elección de Guido Bellido durante el gobierno de Castillo. Escoger a una persona para ministro diciendo que se está “reivindicando a tal o cual grupo al poner a este señor, o diciendo que está ‘identificado con la lucha popular’ generó un daño importante a los ministerios, y se sigue arrastrando el descredito que ha sufrido el gobierno a partir de ello”, apuntó el periodista y añadió que “Boluarte no está haciendo un mucho mejor trabajo. Parece haber una intención de supervivencia por su parte, antes que una por inyectar cuadros preparados para los cargos”.