El nombramiento de Oscar Graham en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha sido una de las pocas buenas decisiones del presidente Pedro Castillo en lo que va de su gobierno.
En dos gabinetes repletos de ministros sin conocimientos ni experiencia en sus sectores, nombrar y mantener a Graham al frente del MEF fue visto como una garantía de que el Ejecutivo no tendría muy fácil tomar medidas para afectar la inversión privada ni golpear la recuperación de la economía.
Sin embargo, la realidad está probando lo contrario. Pese a la oposición técnica del MEF, la ministra de Trabajo, Bettsy Chávez, logró que el mandatario firme el decreto supremo que restringe la tercerización laboral, modificando el reglamento de la Ley 29245 para prohibir que se tercericen actividades definidas de manera gaseosa como el “núcleo del negocio”.
El informe del MEF, que se hizo público días antes de la firma del decreto, no solo advertía sobre sus efectos nocivos para el empleo formal y la productividad, sino que afirmaba que la propuesta era ilegal, pues la ley no contemplaba ese concepto.
Chávez y el presidente hicieron oídos sordos a los argumentos del MEF y a la experiencia de países como Ecuador y México, donde solo una pequeña parte de los trabajadores que eran tercerizados fueron contratados por la empresa principal tras imponerse similares restricciones.
El temor es que esta sea solo la primera batalla que pierde Graham contra Chávez y que veamos en las próximas semanas que se concretan iniciativas como el aumento del sueldo mínimo –que golpearía a las micro y pequeñas empresas–, el encarecimiento de los costos de despido –que desincentivaría la contratación formal– y las restricciones para realizar ceses colectivos.
Pero quizás la arena en donde se va a necesitar con mayor urgencia que Graham encuentre la manera de imponer los criterios técnicos del MEF frente a la tentación del populismo es en el debate sobre la propuesta de Perú Libre para permitir que casi todos los afiliados de las AFP puedan retirar el 100% de su fondo de pensiones, sin ningún límite. Y, pese a que el MEF y la SBS han advertido de que esto generaría graves riesgos para la economía y dejaría incluso a más peruanos sin ninguna pensión en su vejez, Betssy Chávez le ha dado su apoyo público ante la Comisión de Economía del Congreso.
Se requiere, entonces, con suma urgencia, que el ministro de Economía asuma el rol que tuvieron sus antecesores y se convierta en la voz de la razón, ya no solo ante las propuestas irresponsables del Congreso, sino también frente las que plantean los que se sientan a su lado en el Consejo de Ministros.