Hoy, 9 de diciembre, se conmemora un aniversario más de la batalla de Ayacucho, que selló la independencia de América hispana. En esa jornada le cupo singular relieve al mariscal Antonio José de Sucre. El trato respetuoso y afable que tributó al virrey La Serna y al general Canterac, hizo resaltar sus dotes de generoso militar y hombre culto, noble y caballeroso. Es la obligación más sagrada transmitir a la juventud la herencia que nos legaron los libertadores, para que ellos se enorgullezcan de su origen, de la sangre que circula en sus venas y procuren trabajar por el engrandecimiento no solo del Perú sino de la madre común que es América toda.