Llegó la dulce fiesta trayendo consigo alegría y sonrisas para los niños que todo el año sueñan con los juguetes de Pascua; y para los mayores la fragancia exquisita de los recuerdos, la evocación de la mística historia, una ternura suave, a veces algo triste… ¡Qué fuente de poesía encierra esta fiesta de Navidad! La noche estrellada y pura de Judea, un pesebre, la Virgen pálida, el buen San José adorando al niño cuyos pies besa el cálido soplo de los animales. Todo esto evocamos en esta noche de Pascua. H.L.M.