Las hijas de padres pobres se ven impelidas muchas veces, por razones económicas que a nadie escapan, a trabajar durante los días de la semana para poder subvenir con el modesto producto de su labor cotidiana, al sostenimiento de su familia, con perjuicio, casi siempre, de la instrucción que en la niñez deben recibir. Si bien estas niñas por las razones ya mencionadas no pueden ir al colegio en la semana, sí lo pueden efectuar los días domingos en los planteles que para ellas están abiertos y las esperan.H.L.M.