Arequipa ha respondido con firmeza en contra del proyecto de ley del divorcio. Ayer, en la puerta de la Catedral, habló el obispo condenando a los diputados que han presentado el proyecto llamándolos “torpes apóstatas” y que en Arequipa no se acataría la ley, en caso de darse, pues defenderían la religión incluso con la vida. En esa ciudad circulan volantes donde se asegura que los representantes que votaron en favor del repudiado proyecto de ley, se han vendido cobrando el oro de las logias masónicas chilenas. La crispación sigue en aumento.
H.L.M.