Ayer visitamos el llamado aeródromo de Maranga donde se guardan los aeroplanos del ejército. Fuimos también con el deseo de ver las máquinas voladoras traídas por una delegación de la empresa italiana Ansaldo, de Turín. Tuvimos una impresión desagradable pues el campo se encuentra en condiciones lamentables, lleno de peligros para decolar y para el aterrizaje. Todo es inapropiado y el aeroplano “Caproni”, obsequiado por la Cámara de Diputados al ejército, está a la intemperie y con las alas malogradas por la falta de un lugar idóneo para guardarlo.
H.L.M.