A bordo del vapor “Urubamba”, una nutrida delegación argentina, presidida por monseñor Luis Duprat, viajó a Huacho y de allí se trasladó a Huaura, localidad estrechamente vinculada con la presencia del Libertador José de San Martín en nuestro país. Ambas localidades lucían sus mejores galas y hubo diversas ceremonias. La más importante de ellas tuvo lugar en Huaura frente al balcón de la casa que ocupaba San Martín y desde la cual flameó la bandera peruana. Repicó también la misma campana que fue la primera en anunciar la aurora de nuestra libertad.
H.L.M.