Los bochornosos sucesos que tuvieron lugar hoy en la Universidad de San Marcos, durante la conferencia del catedrático Víctor Andrés Belaunde, tienen que encontrar en la opinión pública el más indignado repudio. Un grupo de maleantes, amparado por la policía, atacó a balazos el simbólico recinto de nuestra universidad, pretendiendo acallar la voz del pensamiento y del saber que condenaba, en nombre de la ciencia y de la historia política de la humanidad, el yerro inexplicable de un Poder Ejecutivo que se niega a ejecutar los fallos judiciales legalmente expedidos.
H.L.M.