Rolandi insistió y logró su cometido. Hoy partió desde Maranga en su ya conocido y poderoso avión de la casa Ansaldo y enrumbó con destino al Cusco. La primera noticia telegráfica provino de Castrovirreyna, luego de Huancapi (Ayacucho) y después de Chincheros (Apurímac). La ansiedad crecía. Pasaban los minutos y no se recibían noticias. Finalmente, a la 1:05 de la tarde un telegrama procedente del Cusco indicaba que la aeronave evolucionaba victoriosa sobre la ciudad. El entusiasmo era delirante y el aterrizaje fue perfecto. Rolandi es el héroe de estos tiempos.
H.L.M.