Ayer nuestra Plaza de Acho fue escenario de un suceso histórico notable de la tauromaquia. El más grande torero del siglo XX, junto a Joselito, se retiró de los ruedos. Fue una tarde inolvidable ante diez mil espectadores. Mano a mano con ‘Torquito’ y seis morlacos españoles de Parladé. Tarde de triunfo del genial ‘Terremoto’. El artista más querido entre nosotros, que goza del afecto de millones de personas, se va en plena gloria, lleno de juventud y de dinero. Los blancos pañuelos que cubrían los tendidos pidiendo las orejas para Belmonte fueron también símbolo del adiós. H.L.M.