El elegido es el cardenal italiano Aquiles Ratti, quien gobernará con el nombre de Pío XI. Al circular la noticia, miles de personas repletaron la Plaza de San Pedro para recibir la primera bendición del nuevo Papa. Después de algunos minutos Pío XI salió de la Sala Clementina hacia la Basílica de San Pedro, acompañado del Sacro Colegio Cardenalicio, y desde el balcón de la entrada dio la bendición al pueblo romano, regresando al Vaticano. Cuando el Papa bendijo a la multitud, las tropas italianas formadas en la plaza presentaron armas, siendo ovacionadas.
H.L.M.