La actriz más brillante del teatro a lo largo de varias décadas, la mujer incomparable por su belleza y talento que deleitó a los públicos del mundo entero, está gravemente enferma en París y se teme por su desaparición en cualquier momento. Llegan numerosísimos telegramas procedentes de España, Italia, Inglaterra, etc., en los que se inquiere con angustia noticias de la salud de la gran trágica. Como se considera inevitable la muerte de la célebre actriz francesa, los reporteros de los diarios parisinos esperan ansiosos el desenlace fatal.
H.L.M.