Lima ha dado numerosas y honrosas pruebas de que cuenta con un nuevo carnaval a partir de 1922. En las fiestas de ese año y el siguiente, Lima entera, sin distinción de clases sociales, participó en la fiesta de Momo con alegría, cultura, corrección y belleza. Quedaron por siempre olvidados actos de incultura y hasta de salvajismo en los que se usaba el agua, la pintura y cualquier elemento de mal gusto. Ayer se inició la elección de las reinas y la organización de la batalla de flores. El entusiasmo cunde en todos los ámbitos de la ciudad. H.L.M.